Mas esto ha de darse a conocer como un principio cardinal: [en el servicio a Di-s ocurre] tal como en la victoria contra un adversario físico. Por ejemplo, cuando dos personas luchan entre sí, cada una intentando derribar a la otra, si una de ellas es perezosa y sufre pesadez, será vencida con facilidad y caerá, aun si es más fuerte que la otra. Lo mismo ocurre, tal cual, con la victoria sobre la naturaleza de mal. Es imposible vencerla con pereza y pesadez —que provienen de la tristeza de la pétrea insensibilidad del corazón—, sino más bien con alacridad, que se deriva de la alegría y de un corazón abierto, liberado de toda huella de preocupación y tristeza en el mundo.

En cuanto al versículo "En toda tristeza habrá algún beneficio", que significa que sí se derivará algún beneficio y ventaja de ella — la fraseología [del versículo, "En toda tristeza habrá algún beneficio",] implica que, por el contrario, la tristeza misma no tiene virtud, a excepción de que de ella llegará a obtenerse algún beneficio a fin de cuentas. Este [beneficio] es la genuina alegría en Di-s que sigue a la tristeza verdadera por los propios pecados, con amargura del alma y un corazón quebrantado, que debe sobrevenir en momentos específicos, adecuado. [¿Por qué llevaría la tristeza a la alegría?] Porque con ésta [tristeza] se quebranta el espíritu de impureza y sitrá ajará, así como también "la pared de hierro" que lo separa de su Padre en el cielo, como comenta el Zohar sobre el versículo "Un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado, [Tú no despreciarás]". Luego se cumplirán en él los versículos anteriores: "Hazme escuchar la alegría y el júbilo...", "Devuélveme la alegría de Tu salvación y apóyame con Tu espíritu generoso...".

Este es el motivo simple de la costumbre instituida por el AríZal de recitar este Salmo [que incluye los mencionados versículos] después de Tikún Jatzót antes de [retomar] el estudio [de la Torá] — a fin de que [la persona] estudie con la verdadera alegría en Di-s que sucede al remordimiento [de Tikún Jatzót]. Una alegría tal es de mayor virtud [que la alegría que no es precedida por la tristeza], como la virtud especial de la luz que viene de la oscuridad, como el Zohar comenta sobre el versículo "Y yo [—el rey Salomón—] he visto que la sabiduría supera la necedad como la luz supera la oscuridad". Observa allí, y esto bastará al entendedor. Además, el versículo indica explícitamente: "Porque tú no has servido a Di-s, tu Señor, con alegría... [por eso servirás a tus enemigos]", y todos conocen la explicación del AríZal sobre este versículo.