Pero [si sus sentidos están tan obnubilados, ¿por qué incluso el mayor pecador sacrificará gustoso su vida por Di-s cuando su fe es puesta a prueba? Es que] este exilio de la facultad de jojmá afecta sólo aquel aspecto suyo que se propaga por el Néfesh y lo anima [con vitalidad Divina]. Sin embargo, la raíz y núcleo de jojmá en el Alma Divina está en el cerebro, y no se inviste en un verdadero estado de exilio en la vestimenta de arpillera de la kelipá en el lado izquierdo del corazón. Está meramente aletargada en el caso de los malvados, sin ejercitar su influencia dentro de ellos, en tanto su comprensión y conocimiento estén ocupados con los placeres mundanos. Sin embargo, cuando enfrentan una prueba de fe, cosa que trasciende la comprensión y toca al alma misma y a su facultad interior de jojmá, se "despierta de su sueño" y ejerce su influencia con la fuerza Divina que está investida en ella —como está escrito: "Di-s despertó como aquel que sale del sueño"—, para [que incluso el pecador pueda] resistir la prueba de fe en Di-s sin que hubiera un razonamiento o conocimiento que él pudiera comprender [y que lo motivaría a ofrendar su vida], y prevalecer sobre las kelipot y sobre sus pasiones por las cosas mundanas —tanto las permitidas como las prohibidas— que estaba acostumbrado a disfrutar, e incluso [llegar] a despreciarlas, y elegir a Di-s como su porción y su suerte, y [estar dispuesto a] ofrendar [en martirio] su alma a El en aras de la santificación de Su Nombre. Aunque las kelipot han prevalecido sobre él toda su vida, y fue impotente ante ellas —como han dicho nuestros Sabios, que "los malvados están bajo el control de su corazón"—, sin embargo, cuando enfrenta una prueba que desafía su fe en el Di-s Unico, [una fe] cuyo fundamento está en [aquel nivel del Alma Divina denominado] "las alturas de la santidad", a saber, la facultad de jojmá [llamada kódesh] en la cual se inviste la luz del Ein Sof, bendito sea, se anulan entonces todas las kelipot y desaparecen como si nunca hubieran existido en la presencia de Di-s. Así está escrito: "Todas las naciones son como la nada ante El..."; y está escrito: "Porque todos Tus enemigos, Di-s, todos Tus enemigos perecerán, serán dispersados..."; y está escrito: "Cual cera que se derrite al fuego, así perecerán [los malvados]"; y está escrito: "Las colinas se derretirán como cera".

Ahora bien, la fuerza de la luz Divina del Ein Sof, bendito sea, que está investida en la facultad de jojmá del alma, es tan intensa que elimina y repele la sitrá ajará y las kelipot, de modo que no puedan siquiera tocar sus "vestimentas", es decir, el pensamiento, la palabra y la acción que expresa la fe en la unidad de Di-s. O sea [que esta luz Divina investida en jojmá le permite] superar una prueba de autosacrificio, al grado de negarse incluso a hacer un mero acto contrario a su creencia en el Di-s Unico, como ser arrodillarse ante un ídolo, aun cuando en su corazón no cree para nada en él. Análogamente, [sacrificará su vida con tal de] no hablar falsamente, Di-s libre, en lo que se refiere a la unidad de Di-s, aun cuando sus palabras no reflejen sus verdaderos sentimientos ya que su corazón es íntegro en su fe en Di-s. Esto se denomina "temor contenido en el amor", que es el amor natural que se encuentra en el Alma Divina de todos los judíos, cuyo deseo y voluntad intrínsecos es unirse a su origen y fuente — la luz del bendito Ein Sof. Porque en razón de este amor y este deseo siente instintivamente temor y miedo de tocar, Di-s libre, siquiera el filo de la impureza de la idolatría, contraria a la fe en la unidad de Di-s, incluso [cuando este contacto involucra sólo hacerlo] con sus vestimentas externas, es decir, la palabra y la acción [idólatras], sin fe alguna[en la validez del culto al ídolo] en el corazón.