Incluso aquel que es inocente de los graves pecados juveniles [pero desea de todos modos lograr un espíritu quebrantado], que disponga su corazón para cumplir el consejo del sagrado Zohar — de ser un "amo de cuentas". O sea, hacer una evaluación de su alma respecto de todos los pensamientos, declaraciones y acciones que han ido y venido desde el día en que fue llamado a ser hasta el presente. ¿Eran todos del plano de la santidad, o del plano de la impureza, Di-s libre? Esto [último] incluye [también] todo pensamiento, palabra o acción que no estaba dirigida hacia Di-s, Su Voluntad y Su servicio [aun cuando no sean pecaminosos en la práctica], ya que éste es el significado de la expresión "sitrá ajará", como se explicara previamente [en el cap. 6]. Ahora bien, es sabido que en cada ocasión en que la persona tiene pensamientos santos, se transforma, durante ese tiempo, en una "carroza" para las "cámaras" (heijalot) de santidad, de donde se originan estos pensamientos, [o, más precisamente, donde se origina su vitalidad]. Así también a la inversa, [cuando tiene pensamientos impuros] se transforma en un "vehículo" impuro para los heijalot de impureza, de donde se originan todos los pensamientos impuros. Lo mismo, también, [ocurre] con la palabra y la acción.

Que [para humillar su espíritu] prosiga considerando sus sueños. En su mayoría, son "vanidad y aflicción del espíritu", porque su alma no asciende a lo alto, [hacia el Cielo, durante su sueño] — como está escrito: "¿Quién ascenderá a la montaña del Di-s [...]? Aquél que tiene manos limpias y un corazón puro". [También,] "Aquellos que se originan del 'lado malo' vienen y se unen a él y le informan en sus sueños de las cuestiones mundanas... y a veces se burlan de él y le muestran cosas falsas y lo atormentan en su sueño", etc., como lo declara el Zohar sobre Vaikrá [folio 25, a y b]. Véase allí, en detalle.