En verdad, quebrantar el propio impulso [al mal] que arde como un fuego llameante, por temor a Di-s, es una lucha inmensa y feroz; realmente, es como una verdadera prueba. Por lo tanto, cada hombre debería sopesar y examinar su propia posición, según las pautas de su lugar y nivel en su servicio a Di-s, si él sirve a Di-s [en una situación que requiere lucha similar] de manera proporcional a las dimensiones de una tan feroz lucha y prueba [como enfrenta el kal shebekalím], en el plano de "haz el bien", o sea, en el servicio de la plegaria con kavaná (unción), por ejemplo, [debe luchar contra su inclinación al mal diariamente] para derramar su alma ante Di-s con toda su fuerza, al grado de "exprimir su alma". [Tanto antes, como preparación, así como durante su plegaria] debe librar una intensa lucha contra su cuerpo y contra el Alma Animal que está dentro de éste, que impiden su devoción, machacándolos y triturándolos como polvo día a día antes de las plegarias matutinas y vespertinas, y también durante las plegarias debe esforzarse con fatiga del espíritu y fatiga del cuerpo, como se explicará más adelante en detalle.