Ahora bien, cuando la persona estudia Torá [empleando sus facultades de pensamiento y habla,] su Neshamá, su Alma Divina, con sus dos "vestimentas" interiores, que son las facultades de habla y pensamiento25, son absorbidos dentro de la luz de Di-s, el Ein Sof, bendito sea, y están unidos a El en unidad perfecta. Esto constituye el "descanso de la Shejiná" sobre su Alma Divina, como han dicho nuestros Sabios: "Incluso cuando se trata de sólo un hombre que se ocupa diligentemente en el estudio de la Torá, la Shejiná está con él".

Sin embargo, para atraer la luz y el resplandor de la Shejiná también sobre su cuerpo y su Alma Animal, es decir, sobre el alma vitalizadora investida concretamente en el cuerpo [y suministrándole una fuerza vital corporal], [la persona] debe cumplir los mandamientos prácticos que se ejecutan con [la facultad de acción de] el cuerpo mismo. De esta manera, la fuerza corporal misma ocupada en esta acción es absorbida en la luz Divina y Su Voluntad, y está unida a El en perfecta unión. Este [poder del cuerpo] es la tercera vestimenta del Alma Divina. Y entonces, [cuando la facultad de acción es absorbida dentro de la Voluntad Divina,] además, también la fuerza del alma vitalizadora concretamente [investida] en el cuerpo físico —derivada de kelipat noga—, es transformada de mal en bien, y es realmente absorbida en la santidad exactamente como el Alma Divina. Pues es precisamente éste [poder del Alma Animal] el que implementa y ejecuta el acto que constituye mitzvá. Pues sin éste [poder del Alma Animal] el Alma Divina no hubiera afectado al cuerpo en absoluto, siendo espiritual en tanto que el cuerpo es material y burdo. La intermediaria entre ellos es el Alma vitalizadora Animal, investida en la sangre del hombre, que está en su corazón y en todo el cuerpo.