Con esto24 podrá entenderse por qué ensalzaron nuestros Sabios25 en tan gran medida la virtud de tzedaká —caridad—, declarándola equivalente a todo el resto de las mitzvot juntas. En todo el Talmud Ierushalmí, la caridad es llamada simplemente "la mitzvá" —pues ésa era la expresión idiomática habitual para referirse a la caridad: "la mitzvá"— porque Caridad es el núcleo de todas las mitzvot y las supera a todas. Pues el objetivo de todas esas mitzvot es sólo elevar a la propia Alma Animal a Di-s, ya que es esa alma vital la que las ejecuta y se inviste en ellas para ser absorbida en la bendita luz Ein Sof investida en ellas. Ahora bien, no hallarás ninguna otra mitzvá en la que el alma vital esté investida al grado en que lo está en la mitzvá de caridad. Pues en todas las mitzvot está investida sólo una facultad del alma vital, [y] únicamente en el momento de la ejecución de la mitzvá. En el caso de Caridad, sin embargo, que la persona da [de los productos] del esfuerzo de sus manos, de seguro toda la fuerza de su alma vital está investida en el esfuerzo del trabajo, o en cualquier otra ocupación a través de la cual ganó este dinero [que ahora distribuye para caridad]. Así, cuando da ese dinero [para el cual aplicó toda la fuerza de su alma vital] para caridad, toda su alma vital asciende a Di-s. Incluso aquél que no gana su sustento de su esfuerzo, no obstante, puesto que con este dinero [que dio para caridad] podía haber adquirido [sustento para] la vida de su alma vital, está entregando a Di-s, de hecho, la vida de su alma.

A esto se debe que nuestros Sabios dijeran26 que la tzedaká aproxima la Redención; porque con un único acto de caridad [la persona] eleva mucho del alma vital; más de sus facultades y poderes, de hecho, que lo que podría elevar a través de varias otras mitzvot activas [combinadas].

En cuanto a la declaración de nuestros Sabios27 que el estudio de Torá supera a todas las demás mitzvot [incluyendo a la caridad], es así porque el estudio de Torá emplea el habla y el pensamiento, que son las vestimentas interiores del alma vital28. Además, la mismísima sustancia y esencia de [las facultades intelectuales de] JaBaD (jojmá, biná y dáat) de kelipat noga en el alma vital son realmente absorbidas en la santidad cuando la persona estudia Torá con concentración e inteligencia29.

A pesar de que los beinoním no pueden dominar la sustancia y esencia de las midotjésed, guevurá, tiféret, etc.— como para transformarlas en santidad, ello se debe a que el mal [de kelipá] es más fuerte en las midot que en JaBaD —las facultades intelectuales—, pues en aquel nivel ellas30 extraen más vitalidad [que como lo hacen en el nivel de JaBaD], como es sabido a los conocedores de la Cabalá31.

Además de esto, hay otro aspecto, mucho más importante, en la superioridad del estudio de la Torá por sobre todas las otras mitzvot, basado en la declaración citada arriba32 del Tikunéi Zohar que "los 248 mandamientos son los 248 'órganos' del Rey [Divino]". Tal como, por ejemplo en el caso de un ser humano, no hay comparación ni similitud en absoluto entre la vitalidad presente en sus 248 órganos y vitalidad de su cerebro —es decir, el intelecto, que se divide en las tres facultades de jojmá, biná y dáat33—, así también, a modo de analogía —[aceptando que toda comparación entre rasgos humanos y Divinos debe, por fuerza, ser] distante, en decenas de miles de grados— es respecto de la iluminación de la luz Ein Sof investida en mitzvot de acción, en comparación con la iluminación de la luz Ein Sof [investida] en las facultades de JaBaD [de la persona inmersa] en la sabiduría de la Torá, [iluminación] conmensurable con el nivel del intelecto de cada hombre y su comprensión. A pesar de que la persona aprehende [Torá] sólo [tal como ésta está investida] en términos físicos34, la Torá ha sido comparada, no obstante, a "agua que desciende de un sitio alto...", como se describiera arriba35.

Sin embargo, [pese al nivel superior de unión con Di-s logrado sólo mediante la Torá], dijeron nuestros Sabios36: "Lo esencial no es el estudio sino la acción", y también está escrito37: "Este día para hacerlas", y [la ley estipula que] se debe interrumpir el estudio de Torá para ejecutar una mitzvá de acción cuando ésta no puede cumplirse por intermedio de otras personas — porque "este [cumplimiento activo de las mitzvot] es toda la finalidad del hombre", el objetivo en aras del cual fue creado y para el cual [su alma] descendió a este mundo: para que Di-s tenga una morada precisamente en el más bajo de los planos, a fin de convertir la oscuridad [de este mundo] en luz de santidad], de modo que la gloria de Di-s colme específicamente todo el mundo físico, y "toda carne contemplará [Divinidad] junta", como se analizara arriba38.

Por el contrario, si [la mitzvá] puede ser cumplida por otros, la persona no interrumpe el estudio de Torá [para ejecutarla], a pesar de que toda la Torá es, después de todo, sólo la explicación de las mitzvot de acción. Esto se debe a que la Torá es el nivel de JaBaD del bendito Ein Sof, y en consecuencia, cuando la persona está abocada a [el estudio de] ella atrae sobre sí una iluminación de la luz del bendito Ein Sof [uniendo su alma a Di-s,] infinitamente superior a la iluminación e influencia [que atrae sobre su alma] mediante las mitzvot, que son [meros] "órganos" del Rey [y elevan el cuerpo y el mundo físico en general]. Esto es lo que Rav Sheshet [tuvo en mente cuando] dijo39: " ¡Regocíjate, alma mía! Por ti estudio las Escrituras, por ti estudio Mishná", tal como se ha explicado [la superioridad de la unión del alma con Di-s a través de Torá] en otro lugar, en detalle.

Ahora bien, esta influencia e iluminación que el hombre atrae de la radiación de la luz Ein Sof sobre su alma y sobre las almas de todo Israel —es decir, como se explicará más adelante, [que la luz es atraída al nivel espiritual conocido como] "Shejiná, Kneset Israel", la fuente de todas las almas de Israel40 —por medio del estudio de la Torá, es denominada keriá ("llamado") [como en la expresión talmúdica en relación con un estudiante de la Torá:] koré baTorá41. Esta [frase] significa que con el estudio de Torá el hombre llama a Di-s para que venga a él, para decirlo de alguna manera, tal como una persona llama a su amigo para que venga hacia él, o como un niño que llama a su padre para que venga y se una a él, y no se aparte de él dejándolo solo, Di-s libre. Este es el significado del versículo42: "Di-s está cerca de (1) todos los que Lo llaman, (2) de todos los que Lo llaman con verdad"43, y "Verdad no es otra cosa que Torá"44, indicando que [la persona "llama a Di-s con verdad"45] sólo llamando a Di-s a través del estudio de la Torá, a diferencia de no que no Lo llama a través del estudio de la Torá, sino que simplemente clama: "¡Padre! ¡Padre!" Sobre éste [último, que así llama a Di-s,] se lamenta el Profeta46: "Nadie hay que llame por Tu Nombre", como está escrito en otro lugar. Reflexionando en esta cuestión, la persona inteligente obtendrá medios para atraer sobre si gran temor [a Di-s] cuando se aboca al estudio de la Torá, como se explicara arriba47.