Es cierto que en términos de "ocultamiento del Semblante", la luz es la misma en ambos, [cuerpo y alma]. Las vestimentas en que se esconde, oculta e inviste la luz, son idénticas [en ambos, cuerpo y alma]. Pues ambos son de este mundo en el que, en todo, la luz y fuerza vital [que emanan] del "aliento de Su boca" están igualmente ocultas, en virtud del "ocultamiento del Semblante", y [en virtud] del descenso gradual [de un nivel a otro] por medio de numerosos y profundos tzimtzumím (contracciones) en el curso de los varios niveles [que constituyen] la sucesión encadenada de los mundos (hishtalshelut), invistiéndose finalmente en kelipat noga, con el fin de dar vida a la totalidad de este mundo material. Esto es: (1) todas las cosas permitidas y puras de este mundo [que reciben su vitalidad directamente de kelipat noga] y de ella y a través de ella, se desarrollan (2) todas las cosas [prohibidas,] impuras, [que derivan su vitalidad de las tres kelipot impuras, sin embargo, también su vitalidad proviene de noga] pues es el nivel intermediario [entre la santidad —donde se origina toda la vida— y las tres kelipot impuras], como se mencionara arriba.

Sin embargo, la iluminación, es decir, el flujo de vitalidad con el cual Di-s ilumina y da vida [a todas las criaturas de este mundo] por vías de esta vestimenta, no es la misma para todos ellos [y la distinción entre la fuerza vital de las diferentes criaturas es] en términos de contracción y expansión.