Todos los tipos específicos de alegría enumerados arriba no impiden a la persona sentirse avergonzada y despreciada antes sus propios ojos, o tener un corazón quebrantado y un espíritu humilde, aun en el momento mismo de su alegría. Porque sus sentimientos de vergüenza, etc., son [generados] por [su propia conciencia de la bajeza de] su cuerpo y su Alma Animal, mientras que su alegría es [sentida] por su Alma Divina y la chispa de Santidad que está investida dentro de ella para animarla, como se dijera antes [en el cap. 31]. Observamos una afirmación similar en el Zohar: "El llanto se alberga en un lado de mi corazón, y la alegría se alberga en el otro".