Pese a que la substancia y esencia del Alma Animal, en su corazón —o sea, sus midot de mal— aún no han sido absorbidas en la santidad, sin embargo, puesto que ellas han sido subyugadas a la santidad y "contra su voluntad responden Amén", consintiendo y accediendo al cumplimiento de la mitzvá por medio del fortalecimiento del Alma Divina en el cerebro que gobierna el corazón, y [las midot de mal], están, en un momento así, en un estado [impotente] de "exilio" y "letargo", como se explicara arriba — por eso esta [incorregible naturaleza de mal del Alma Animal] no impide que la Shejiná descanse sobre el cuerpo de la persona en ese momento, o sea, que el poder del alma vitalizadora investido en el acto que constituye la mitzvá sea realmente absorbido dentro de la luz Divina y esté unido a ella en perfecta unión. Con eso la persona atrae una "iluminación" [de la luz en la que el poder específico ha sido absorbido] sobre la totalidad del alma vital en todo el cuerpo, y también sobre el cuerpo físico mismo, a modo de "envolver desde arriba" [rodeándolos] de la cabeza a los pies. Esto explica la expresión [del Zohar citado al comienzo de este capítulo:] "la Shejiná descansa sobre su cabeza". Específicamente "sobre", [es decir, rodeándola "desde arriba"]. Y similarmente, [la expresión] "la Shejiná descansa sobre todo [conjunto de] diez [judíos]" [significa que la luz de la Presencia Divina no los permea, sino que los ilumina "desde arriba"].

Ahora bien, ninguna de estas formas variadas en que se manifiesta la Shejiná, o sea, los modos en que se revela la luz del Ein Sof, puede denominarse mutabilidad en El, Di-s libre, o pluralidad. Como hallamos en [el Tratado Talmúdico de] Sanhedrín, donde [se registra que] cierto hereje dijo a Rabán Gamliel: "Tú dices que la Shejiná descansa sobre toda asamblea de diez. ¿Cuántas Presencias Divinas tienen ustedes?" Y [Rabán Gamliel] le respondió con una analogía de la luz del sol que entra a través de muchas ventanas, etc.

Y el inteligente comprenderá.