Si Di-s le concede aún más abundancia [de tiempo para el estudio de la Torá], entonces, "Aquel cuyas manos son puras aumentará su esfuerzo", y [lo que es más:] "[Di-s considera] una buena intención [como una acción ejecutada]". Aun durante el resto del día, cuando está ocupado con la actividad comercial, será una morada para Di-s dando caridad de [los productos de] su esfuerzo. La caridad es uno de los atributos de Di-s, [que se nos conmina a emular, como dicen nuestros Sabios:] "Tal como El es compasivo... [así debes ser tú]", y como está escrito en Tikunéi Zohar: "La bondad es el brazo derecho [de Di-s]". Aunque uno no distribuya [como caridad] más de una quinta parte [de sus ganancias], esa quinta parte eleva consigo a Di-s a las demás cuatro partes, para que también éstas sean una morada para El. En una afirmación muy conocida, nuestros Sabios han declarado que la mitzvá de caridad es equivalente a [la ofrenda de] todos los sacrificios. Ahora bien, en el caso de los sacrificios, todas las criaturas vivas eran elevadas a Di-s por [medio de la ofrenda de] un animal, todas las plantas [eran elevadas] por [medio de la "ofrenda vegetal" que consistía principalmente en] "una décima parte de efá de harina fina mezclada con aceite", etc. Aparte de esto, como se explica más adelante, todo lo que uno ha comido y bebido y disfrutado en general para su salud corporal de los otros cuatro quintos [de su ganancia], es elevado a Di-s durante su estudio de la Torá y su plegaria.

Todos los tipos específicos de alegría enumerados arriba no impiden a la persona sentirse avergonzada y despreciada antes sus propios ojos, o tener un corazón quebrantado y un espíritu humilde, aun en el momento mismo de su alegría. Porque sus sentimientos de vergüenza, etc., son [generados] por [su propia conciencia de la bajeza de] su cuerpo y su Alma Animal, mientras que su alegría es [sentida] por su Alma Divina y la chispa de Santidad que está investida dentro de ella para animarla, como se dijera antes [en el cap. 31]. Observamos una afirmación similar en el Zohar: "El llanto se alberga en un lado de mi corazón, y la alegría se alberga en el otro".