Esto se aplica no sólo cuando la motivación de la persona para abocarse a Torá y mitzvot es realmente sheló lishmá ["no en aras de ellas mismas"], o sea, [que lo hace] por algún motivo ulterior, Di-s libre. [También es aplicable] incluso si, como lo describe el versículo, "Su temor a Mi fue [como] preceptos humanos de rutina", vale decir, [que sirve a Di-s] por un hábito acostumbrado desde su infancia, al haber sido entrenado y educado por su padre y maestro a temer a Di-s y a servirle, pero en realidad no lo hace en aras de ello mismo [lishmá]. Pues es imposible [servir a Di-s] verdaderamente lishmá sin despertar, al menos, el temor y el amor naturales, llevándolos del ocultamiento del corazón a la revelación, al menos en la mente y lo recóndito del corazón. Pues tal como la persona no hace nada por su semejante —para satisfacer su voluntad— a menos de que lo ame o le tema, del mismo modo es imposible actuar verdaderamente en aras de Di-s —solamente para satisfacer Su voluntad— a menos de que evoque y despierte su amor o temor a Di-s en cierta medida — al menos en su mente, su pensamiento y en lo recóndito de su corazón.
Además, [el despertar del amor] por sí solo, sin [el estímulo de] por lo menos el Temor [a Di-s] de Nivel Inferior (Irá Tataá) que está oculto en cada corazón judío, no es llamado "servicio", como figura más adelante.