Y aunque para que esta intención sea sincera en su corazón —de modo que su corazón realmente desee esta Unión superior (Ijud Elión), [uniendo a todas las almas judías con su fuente en la Divinidad]— su corazón debe albergar un amor inmenso (ahavá rabá) a Di-s solamente, para causar placer a El solamente y no con el propósito de saciar la sed de Di-s de su propia alma sino "como un hijo que se esfuerza por su padre y su madre, a quienes ama más que a su propio cuerpo y alma..." [18como se explicó arriba, en nombre de Raaiá Mehemná] — no obstante ello, cada persona debe habituarse a sí misma a esta intención. Pues aunque puede no estar en su corazón en perfecta y completa verdad como para que lo anhele con todo su corazón, no obstante, en cierta pequeña medida su corazón lo desea genuinamente en virtud del amor innato en cada corazón judío para hacer lo que fuere la Voluntad superior de Di-s. Y esta unión es su verdadero deseo, a saber, la Unión superior en [el Mundo de] Atzilut que se produce por un estímulo desde abajo, por medio de la unión del Alma Divina y su absorción dentro de la luz de Di-s que está investida en la Torá y los mandamientos a los cuales se aboca, para que ellos se vuelvan realmente uno, como se ha explicado arriba.

Pues en razón de esto, la fuente de la Torá y los mandamientos, es decir, el Santo, bendito sea, se une con la fuente del alma Divina del individuo, que es llamada 'Shejiná'. [Expresado esto en términos de los diferentes niveles de iluminación superior,] éstas son las categorías de "llenando todos los mundos" y de "abarcando todos los mundos", como se explica en otra parte en detalle.