Con esta disposición para entregar su alma a Di-s debe comenzar [el recitado de] las bendiciones matutinas: "Bendito eres Tú...", y así sucesivamente. Similarmente, con esta disposición debe también comenzar a estudiar una sesión regular de estudio inmediatamente luego de la plegaria. Del mismo modo también en el transcurso del día, antes de comenzar a estudiar, es necesaria al menos una preparación tal, como se sabe que en el caso de los beinoním, la preparación esencial e intención "en aras de ella misma", cuando es indispensable, es antes de comenzar a estudiar. Esto es igual al caso de [escribir] un Acta de Divorcio o un Rollo de la Torá, en los que [la intención de que sea] "en aras de ella misma" es un requisito indispensable, y basta con que al comienzo de la escritura [de un rollo de la Torá, el Escriba] diga: "Estoy por escribir en aras del sagrado propósito del Rollo de la Torá", o [en el caso de un Acta de Divorcio, que lo escribe] "para él y para ella", etcétera. Y cuando estudia por un número consecutivo de horas debe reflexionar acerca de la mencionada disposición al menos cada hora. Pues cada hora hay un diferente flujo de los mundos superiores para animar a aquellos [que están] aquí abajo, en tanto que el flujo de vitalidad [que viene de lo alto] en la hora anterior retorna a su fuente [conforme el principio esotérico de "Avance y Retroceso" [explicado] en Sefer Ietzirá] junto con toda la Torá y las buenas acciones de aquellos [que están] aquí abajo. Pues en cada una de las doce horas del día rige una de doce combinaciones de [las cuatro letras que forman] el bendito Nombre Havaiá, en tanto que combinaciones de [las cuatro letras que forman] el Nombre Adnai rigen por la noche, como es sabido.
Ahora bien, toda la intención de la persona en la entrega de su alma a Di-s a través de Torá y plegaria, para elevar la chispa de Divinidad que está en su interior a su fuente, ha de ser exclusivamente con el propósito de causar gratificación a El como, por ejemplo la alegría de un rey cuando su único hijo regresa a él, luego de haber salido [en libertad] del cautiverio o la prisión, como se ha explicado antes.
Ahora bien, esta intención [de únicamente ocasionar placer a Di-s al retornar la propia alma a Di-s] es genuina y verdadera totalmente sincera en cada alma judía en toda época y a cada hora, en virtud del amor natural que es una herencia legada a nosotros por nuestros antepasados. No obstante, [la persona no debe darse por satisfecha con apenas este nivel de servicio;] debe establecer momentos predeterminados para meditar acerca de la grandeza de Di-s a fin de lograr temor y amor generados intelectualmente, y con todo eso, quizás [pueda tener éxito en lograr semejante temor y amor], como se ha afirmado antes.