A la luz de lo que ya se ha dicho antes sobre el tema del Temor de Nivel Inferior, se comprenderá claramente el comentario talmúdico sobre el versículo: "Y ahora, Israel, ¿qué pide Di-s, tu Señor, de ti? Sólo que temas a Di-s, tu Señor". [Pregunta al respecto el Talmud:] "¿Es el temor, acaso, cosa tan pequeña?" [Y responde] "Sí. En el caso de Moshé es cosa pequeña", etcétera.
A primera vista, la respuesta [del Talmud] es incomprensible, Pues [el versículo] pregunta "[¿Qué pide Di-s] de ti?" La explicación, sin embargo, es la siguiente:
En cada una de las almas de la Casa de Israel en particular hay algo de la calidad de nuestro maestro Moshé —sea la paz con él—, pues él es uno de los "siete pastores" que hacen que fluyan vitalidad y Divinidad para la comunidad de almas de Israel, en razón de lo cual son denominados "pastores". Nuestro maestro Moshé los abarca a todos ellos, y es llamado "el pastor fiel". Esto significa que él atrae la cualidad de dáat hacia la comunidad de Israel, de modo que ellos puedan conocer a Di-s [y ser sabedores de El], cada cual conforme la capacidad intelectual de su alma y su raíz en lo Alto, y [de acuerdo al grado de] su nutrición de la raíz del alma de nuestro maestro Moshé que está enraizada en el Dáat Elión ("Conocimiento Supremo") de las Diez Sefirot de Atzilut las que están unidas con su Emanador porque El y Su conocimiento son uno, y "El es el Conocimiento, [el Conocedor y lo Conocido]".
Además y más allá de ésta [penetrante influencia sobre la comunidad como un entero,] en cada generación descienden chispas del alma de nuestro maestro Moshé y se invisten en el cuerpo y alma de los Sabios de esa generación, los "ojos" de la congregación, para impartir conocimiento al pueblo, de modo que estos, [su integrantes,] puedan conocer la grandeza de Di-s y [por ende] servirlo a El con corazón y alma. Pues el servicio del corazón es según el dáat, como está escrito: "Conoce al Di-s de tu padre, y sírvelo a El con todo tu corazón y con alma anhelante". Sólo respecto del futuro [mesiánico] está escrito: "Y no enseñarán más cada hombre a su vecino y cada hombre a su hermano, diciendo: 'Conoce a Di-s', porque todos Me conocerán...".
Sin embargo, la esencia del conocimiento [lleva a la persona a servir a Di-s con todo su alma y corazón] no es el mero saber —que la gente conozca la grandeza de Di-s por autores y libros— sino que lo esencial es sumergir profundamente la propia mente en [aquellas cosas que explican] la grandeza de Di-s, y fijar el propio pensamiento en Di-s con la fuerza y el vigor del corazón y la mente, hasta que su pensamiento esté ligado a Di-s con un lazo enérgico y poderoso, tal como se vincula a una cosa material que ve con sus ojos físicos y sobre la cual concentra su pensamiento. Pues es sabido que dáat tiene la connotación de 'unión', como en el versículo: "Y Adám iadá (lit.: 'conoció') [a Javá]".