Respecto de este [nivel de] irá tataá [del que se dijera que está al alcance de cada judío,] que es [necesario] para el cumplimiento de Sus mandamientos en ambas áreas de "apártate del mal" y "haz el bien", fue dicho: "Si no hay temor [a Di-s], no hay sabiduría". [Este nivel inferior de temor] comprende un aspecto de "pequeñez" y un aspecto de "grandeza". Esto, [que tiene la cualidad de "grandeza",] es cuando esta categoría de temor resulta de la contemplación de la grandeza de Di-s [según ésta se percibe mediante el hecho de que El provee de vida a la Creación, o sea] que El llena todos los mundos, y "de la tierra a los cielos hay una distancia de 500 años,... y la distancia de un cielo al siguiente [es también de un viaje de 500 años", y] "los pies de los [ángeles llamados] jaiot igualan a todos ellos...", y similarmente [con la propia meditación] acerca del "encadenamiento" (Hishtalshelut) de todos los mundos, uno superior al otro hasta las más portentosas alturas [de los mundos más espirituales]. No obstante, este temor es llamado temor externo e inferior, irá tataá, porque se deriva de los mundos, pues ellos son "vestimentas" del Rey, el Santo, bendito sea, quien Se esconde, oculta e inviste en ellos para animarlos y darles existencia, a fin de que puedan existir a partir de la nada... Sólo que [este temor] es la puerta y entrada al cumplimiento de Torá y mitzvot.

Sin embargo, en cuanto a irá ilaá, un temor [que emana de una sensación] de vergüenza [ante la grandeza de Di-s] y un temor interior que se deriva de los aspectos interiores de la Divinidad dentro de los mundos — respecto de éste dijeron [nuestros Sabios]: "Si no hay sabiduría, no hay temor". Pues jojmá es kóaj ma y "Jojmá viene de Ain" ("nada"), y [nuestros Sabios dijeron, además:] "¿Quién es Sabio? Aquel que ve lo que nace [y es creado]". Vale decir que ve cómo todo nace y es creado del noser al ser por medio de la Palabra de Di-s y el aliento de Su bendita boca, como está escrito: "...y con el aliento de Su boca, todas las huestes de ellos [fueron creadas]". Por eso, los cielos y la tierra y todas sus huestes están realmente anulados de la existencia dentro de la Palabra de Di-s y el aliento de Su boca, y son considerados como nada en absoluto, realmente nulidad y nada, tal como la luz y el resplandor del sol se anulan dentro del cuerpo del sol mismo. Que ningún hombre se excluya de este principio. [Que se dé cuenta] que también su cuerpo y néfesh, rúaj y neshamá están anulados plenamente en la Palabra de Di-s [que los creó], y Su palabra está unida a Su pensamiento..., como se ha explicado arriba extensamente [caps. 20 y 21], por analogía del alma humana, de la que una aserción de su habla y pensamiento son realmente como nada... Esto es lo que [pretende] el versículo [cuando] dice: "He aquí que el temor a Di-s, eso es sabiduría".

Sin embargo, uno no puede lograr este temor y sabiduría salvo por intermedio del cumplimiento de la Torá y las mitzvot a través de irá tataá, que es un temor externo. Y a esto alude la declaración: "Si no hay temor, no hay sabiduría".