Y al envolverse en los tzitzít, que tenga presente lo que está escrito en el Zohar, a saber, que atraiga sobre sí Su bendita Soberanía, que es la Soberanía sobre todos los mundos; [sin embargo, debemos tener la intención y empeñarnos] en asociarla [—la Soberanía de Di-s—] particularmente a nosotros, a través de esta mitzvá. Esto es análogo a [el mandamiento]: "De seguro pondrás un rey sobre ti".
En tal caso, [habiendo reflexionado en esta cuestión,] entonces: aun si luego de toda ésta [meditación] no descienden sobre él temor o miedo alguno de una manera manifiesta en su corazón, no obstante, puesto que acepta sobre sí la Soberanía del Cielo, y atrae sobre sí el temor a El en su pensamiento consciente y en su voluntad racional, y esta sumisión [a Di-s y su temor a El] es, sin lugar a dudas, sincera —pues está en la naturaleza de todas las almas judías no rebelarse contra el bendito Rey Sagrado—, entonces, la Torá que estudia o el mandamiento que ejecuta debido a esta sumisión [al yugo celestial] y por el temor que él ha atraído hacia su mente, son denominados "servicio perfecto", como todo servicio [realizado] por un esclavo para su amo o su rey [que, por supuesto, es apremiado por el temor y el miedo].