Cada uno de estos dos grados de amor —ahavá rabá y ahavat olám— se subdivide en infinitos matices y gradaciones, en cada individuo de acuerdo a su capacidad [espiritual]. Como está escrito en el santo Zohar sobre el versículo "Su esposo es conocido en los portales (shearím)", que "esto se refiere al Santo, bendito sea, Quien Se hace conocer y Se une a cada uno según cuánto éste mide en su propio corazón...". Por eso, el temor y el amor son denominados "las cosas ocultas [conocidas sólo] a Di-s , nuestro Señor", en tanto que la Torá y las mitzvot son aquellas cosas que son "reveladas a nosotros y a nuestros hijos para hacer...". [Se encuentran por igual en todos los judíos,] porque todos tenemos una Torá y una ley, en cuanto al cumplimiento de toda la Torá y las mitzvot en la práctica real se refiere. Es distinto con el temor y el amor, los que varían conforme al conocimiento de Di-s en la mente y el corazón, como se ha explicado antes. No obstante, hay un amor [único y singular] que incorpora algo de todas las distinciones y gradaciones de ambos, ahavá rabá y ahavát olám, y se encuentra igualmente en cada alma judía, como herencia nuestra de nuestros Patriarcas. Y es lo que el Zohar escribió sobre el versículo: "Alma mía, yo Te deseo por la noche" — 'la persona debe amar a Di-s con un amor del alma y del espíritu tal como estos están unidos al cuerpo y el cuerpo los ama...'. Esta es la interpretación del versículo "Alma mía, yo Te deseo", que quiere decir: "Dado que Tú, Di-s, eres mi verdadera alma y vida, por ello yo Te deseo". Vale decir, "yo anhelo por Ti y Te deseo como el hombre que ansía la vida de su alma, y cuando está débil y exhausto anhela y desea que su alma vuelva a él [y lo reviva]. Análogamente cuando se retira a dormir, anhela y desea que su alma le sea restaurada cuando despierta de su sueño. Así también ansío y anhelo yo atraer dentro de mí la infinita luz del bendito Ein Sof, la Vida de la verdadera vida, abocándome a [el estudio de] la Torá cuando despierto durante la noche de mi sueño"; porque la Torá y el Santo, bendito sea, son uno y lo mismo. Tal como dice el Zohar, ibíd., que "por amor al Santo, bendito sea, el hombre debe levantarse cada noche y esforzarse en Su servicio hasta la mañana...".
ב"ה
El Tania del Día
Likutei Amarim, comienzo de Capítulo 44

לעילוי נשמת הרה"ח הרה"ת
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
La Parashá
Parshah Ajaréi Mot
Text: Levítico 16:1-18:30