No es que el apego del pensamiento e intelecto humano a Di-s fuera intrínsecamente superior al apego [logrado] a través de la ejecución activa y práctica de las mitzvot que dependen de la acción, como se explicará más adelante. Mas bien, [kavaná es superior] porque también esto es la Voluntad de Di-s: que la persona se ligue a El con el intelecto el pensamiento, y [con] la kavaná de las mitzvot activas, y con la kavaná de la persona durante el recitado del Shemá, y en la plegaria y demás bendiciones; y la iluminación de la Voluntad Suprema que irradia y se inviste en esta kavaná es infinitamente mayor y más sublime que la iluminación de la Voluntad Suprema que irradia y está investida en la ejecución de las mitzvot mismas, en acción y habla, sin kavaná. Esta [superioridad de kavaná] es similar a la superioridad de la luz del alma por sobre el cuerpo, que es un recipiente y una vestimenta para el alma, tal como el cuerpo de la mitzvá misma es un recipiente y una vestimenta para su kavaná.

Si bien es cierto que ambas —la mitzvá propiamente dicha y su kavaná— contienen la misma Voluntad [Suprema], que es perfectamente simple, [es decir,] inmutable e indivisible, y [esta Voluntad] está unida con la Esencia y Ser de Di-s en unidad perfecta, no obstante, la iluminación [de la Voluntad Suprema en el alma del hombre] no es equivalente en términos de contracción y expansión.*

* NOTA

Se explica también en Etz Jaím que la kavaná en mitzvot y en el estudio de Torá está en el nivel de "luz", en tanto que el "cuerpo", [es decir, la ejecución de] las mitzvot, están en el nivel y la categoría de "recipientes". Estos [recipientes] representan "contracción", pues es a través de la contracción de la luz que los recipientes fueron traídos a la existencia, como lo saben quienes están familiarizados con la Disciplina Esotérica.

[Las mitzvot y su kavaná] también se dividen en cuatro niveles. Pues el "cuerpo" de las mitzvot propiamente dichas comprende dos niveles, a saber, las mitzvot que involucran la acción concreta y las mitzvot ejecutadas con el habla y el pensamiento, tales como el estudio de Torá, la Lectura del Shemá, la plegaria, el recitado de 'Gracias Después de las Comidas', y las demás bendiciones. La kavaná de las mitzvot, [es decir, la intención de la persona] de ligarse a Di-s [al ejecutar la mitzvá,] que es como un alma para el cuerpo [de la mitzvá] es, asimismo, dividida en dos niveles, correspondiéndose con los dos niveles de alma presentes en los cuerpos materiales, a saber, (a) en los animales y (b) en el hombre.