Así realmente [en extremo insignificante] es la calidad de esta ínfima iluminación [posterior a la "contracción"] que se inviste en los mundos superiores e inferiores a fin de proveerlos de sustento y vida, cuando es comparada con la calidad de la luz escondida y oculta que es de un orden infinito y no se inviste ni ejerce su influencia en los mundos de una manera revelada, para proveerlos de vida, sino que los "abarca" desde arriba, y es denominada sovev kol almín (lit.: "que abarca todos los mundos").
El significado de esto no es que [los] rodea y abarca desde arriba en el sentido espacial, Di-s libre, pues en las cuestiones espirituales la condición de espacio no es aplicable de manera alguna, sino que su significado es que [los] "rodea y abarca desde arriba" en lo que respecta a la revelación de esta influencia, porque la influencia que se encuentra en la condición de "revelación" en los mundos es llamada "investidura", al estar "investida" dentro de los mundos, pues la influencia que estos reciben es vestida y comprendida por estos, mientras que la influencia que no viene en la condición de la "revelación", sino que perdura oculta y escondida y no es captada por los mundos, no es descripta como estando "investida" en ellos sino como "rodeando y abarcando" [a ellos].
Por eso, dado que los mundos pertenecen al orden de lo finito y limitado, se desprende que sólo un reflejo extremadamente ínfimo y contraído del flujo de la [infinita] luz del bendito Ein Sof se inviste y manifiesta en ellos de una manera revelada, y esto sólo para animarlos en un estado finito y limitado. Pero la luz principal que no tiene contracción en un grado tal es llamada makíf ("que abarca") y sovev ("que rodea") porque su influencia no se revela dentro de ellos, por cuanto ellos pertenecen al orden de lo finito y limitado.