De una manera verdaderamente similar, hablando en términos figurados, el bendito Ein Sof llena todos los mundos para animarlos. Y en cada mundo hay criaturas sin límite o fin, miríadas de miríadas de niveles varios de ángeles y almas, etc., y así, también es la abundancia de mundos sin fin o límite, uno más alto que el otro, etc.

Ahora bien, la esencia y ser del bendito Ein Sof es la misma en los mundos superiores e inferiores, como en el ejemplo del alma expuesto arriba, y como está escrito en Tikuním que "El es el Oculto de todos los ocultos". Esto significa que incluso en los superiores y ocultos mundos El está oculto y escondido dentro de ellos, tal como El está oculto y escondido en los [mundos] inferiores, Pues ningún pensamiento Lo puede captar a El en absoluto, siquiera en los mundos superiores. Y [dónde] Se encuentra: tal como El Se encuentra allí, así Se encuentra en los [mundos] realmente más bajos.

La diferencia entre los mundos superiores e inferiores es en cuanto al flujo de vitalidad que el bendito Ein Sof hace fluir e iluminar a modo de "revelación [que surge] de lo oculto" [11lo cual es una de las razones de por qué la influencia y el flujo de esta vitaliadad sea llamada figurativamente "luz"] para animar los mundos y las criaturas que hay en ellos. Pues [entonces, en esto radica la diferencia entre los mundos superiores e inferiores:] los mundos superiores reciben [esta vitalidad y luz] de una manera un tanto más revelada que [como la reciben] los inferiores; y todas las criaturas que hay en ellos [—en los mundos superiores—] reciben [el aspecto revelado de vitalidad, si bien] cada una según su capacidad y naturaleza, que es la naturaleza y forma del flujo particular con el cual el bendito Ein Sof la imbuye e ilumina. Pero los [mundos y criaturas] inferiores, aun los espirituales, no reciben [la fuerza vital Divina] de una forma tan revelada [como ésta es recibida en los mundos superiores] sino sólo por vía de muchas vestimentas, en las cuales el bendito Ein Sof inviste la vitalidad y luz que El hace fluir y brillar sobre ellos con el fin de animarlos.

Estas vestimentas, en las que el bendito Ein Sof inviste y oculta la luz y vitalidad, son tan fuertes y poderosas que con ello, [con esta fuerza vital y luz,] El creó este mundo [que es] concretamente corpóreo y físico, y lo crea y anima con la vitalidad y luz que El hace fluir y brillar hacia éste; [esta iluminación es una] luz que está investida, escondida y oculta dentro de numerosas y poderosas vestimentas que ocultan y esconden la luz y vitalidad de manera que ninguna luz o vitalidad en absoluto sea visiblemente revelada, sino sólo cosas corpóreas y físicas que parecen sin vida. No obstante, contienen luz y vitalidad que los crea constantemente a partir de la nada, de modo que no vuelvan a ser nada y nulidad como lo eran [antes de ser creados]. Esta luz proviene del bendito Ein Sof, sólo que está investida en numerosas vestimentas, como está escrito en Etz Jaím, que la luz y vitalidad del globo terráqueo físico, que es visto por los ojos mortales, se deriva de maljut de maljut de Asiá, y en él está [contenido] maljut [del siguiente Mundo superior, el Mundo] de Ietzirá, y así sucesivamente, de manera que en todos ellos están contenidas las diez Sefirot [del Mundo más excelso, el] de Atzilut, que están unidas a su Emanador, el bendito Ein Sof.