Cuando el hombre pensante reflexione acerca de estas cuestiones en las profundidades de su corazón y cerebro, entonces, tal como el agua refleja la imagen del rostro, [así] su alma se encenderá espontáneamente [con amor a Di-s] y se investirá de un espíritu de benevolencia, para dejar de lado por propia voluntad, y abandonar resueltamente, todo lo que posee, a fin de únicamente unirse a El y ser absorbido dentro de Su luz con apego y anhelo, etc., a modo de "beso", y con unión de espíritu con Espíritu, como se ha explicado antes.
Pero, ¿cómo tiene lugar la unión de espíritu con Espíritu? Con este fin se afirma [más adelante en el Shemá, a casi inmediata continuación de la frase "con todo tu corazón", etc.]: "Y estas palabras estarán... sobre tu corazón... Y hablarás de ellas...". Como se explica en Etz Jaím, la unión de "beso" [que incorpora la unión de "unión de espíritu con Espíritu"] es esencialmente la unión de JaBaD con JaBaD; esto es, la concentración en la Torá, mientras que la boca, como punto de salida del aliento y su emergencia a un estado revelado, representa el nivel del habla abocada a palabras de la Torá, pues "por cada palabra que procede de la boca de Di-s, vive el hombre".