Por ejemplo, en el caso de esta Tierra, Su conocimiento abarca la totalidad del diámetro del globo terráqueo, junto con todo lo que se encuentra en él y en su interior más profundo hasta las profundidades más hondas, todo en la práctica concreta. Porque este conocimiento constituye la vitalidad de todo el espesor esférico de la Tierra y su creación como un algo a partir de la nada. No obstante, no hubiera cobrado existencia tal cual es ahora, como una cosa finita y limitada, con una vitalidad extremadamente minúscula suficiente para los niveles de la materia inorgánica y la vegetación, de no ser por el [hecho de que el mundo es creado a través de] las muchas poderosas contracciones que han condensado la luz y vitalidad investida en la Tierra para animarla y sostenerla en su estado finito y limitado y en los niveles de materia inorgánica y vegetal solamente.

Pero su conocimiento que está unido a Su esencia y ser —pues "El es el Conocimiento, el Conocedor y lo Conocido, y conociéndose a Sí Mismo, para decirlo de alguna manera, conoce El todos los seres creados —pero no con un conocimiento que es exterior a El Mismo, como [sí es el caso de] el conocimiento del ser humano—, porque todos ellos son derivados de Su genuina realidad, y comprender claramente esta cuestión no está dentro de la capacidad de los seres humanos..."—*,

* NOTA

Tal como escribió Rambam (Maimónides) —sea su memoria bendición— [que Di-s es "el conocimiento, el Conocedor y lo Conocido"], y los Sabios de la Cabalá han consentido con su punto de vista —como se afirma en Pardés de Rabí Moshé Cordovero, sea su memoria bendición—. Esto concuerda también con la Cabalá de nuestro maestro Rabí Itzjak [Luria] —sea su memoria bendición— en cuanto al misterio [—la doctrina—] de la "contracción" e investidura de las luces [de las sefirot] en los recipientes [de las sefirot] como se explicó antes, en el capítulo 2.

este conocimiento, puesto que es de un orden infinito, no es descripto como invistiéndose en el globo terráqueo, que es finito y limitado, sino como rodeándolo y abarcándolo, pese a que este conocimiento incluye todo su espesor e interior en la práctica concreta, dándole de ese modo existencia a partir de la nada, como se explica en otra parte.