LIKUTEI AMARIM — SEGUNDA PARTE
Llamada JINUJ KATAN ("La Educación del Niño")
Compilada de libros sacros y de maestros de santidad celestial, cuyas almas están en el Edén; basado en el primer párrafo de la Lectura del Shemá.
"Educa al niño según su camino; aun cuando envejezca, él no se apartará de éste". Puesto que está escrito "según su camino", ello implica que no es el camino de la verdad perfecta [sino apenas un camino que el niño ha de seguir]; pues entonces, ¿cuál es el mérito de que "aun cuando envejezca no se apartará de éste"?
Es sabido que el temor y el amor [a Di-s] son las raíces y los cimientos del servicio a Di-s.
El temor [a Di-s] es la raíz y el cimiento de [aquello que lo compele a] "apartarse del mal" [asegurando que la persona no transgredirá los mandamientos prohibitivos], y el amor [a Di-s es la raíz y el cimiento] de [lo que lo motiva a uno a] "hacer el bien" y cumplir todos los mandamientos positivos de la Torá y de los Sabios, como se explicará en su lugar apropiado. (El precepto de educar [al niño] incluye también [el entrenamiento para la práctica de] los mandamientos positivos, como se estipula en [el Shulján Aruj] Oraj Jaím, Sección 343).
Ahora bien, respecto del amor [a Di-s] está escrito al final de la Sección de Ekev, "...que Yo ordeno a ustedes hacerlo, amar a Di-s...". Es necesario comprender cómo puede aplicarse la expresión de "hacer" a "amar", que es [una emoción] en el corazón.
La explicación, sin embargo, es que hay dos tipos de amor a Di-s. Uno es el amor ansioso natural del alma hacia su Creador. Cuando el alma racional prevalece sobre la materia [del cuerpo], la sojuzga y somete, entonces [el alma] se encenderá y arderá con una llama que asciende por sí misma, y se regocijará y alegrará [tanto interiormente como hacia afuera] en Di-s, su Hacedor, y se deleitará en El con maravilloso gozo.
Quienes logran el mérito de este [jubiloso] estado de amor inmenso son llamados tzadikím, como está escrito: "alegráos, tzadikím, en Di-s". Pero no toda persona es privilegiada con lograr este estado [de amor que caracteriza a los tzadikím], pues demanda intenso refinamiento de la [propia tosca] materia y, además, gran cantidad de [estudio de la] Torá y buenas acciones a fin de merecer una excelsa [alma del nivel de] Neshamá, que es superior al nivel de Rúaj y Néfesh, como se explica en Reshit Jojmá, Shaar HaAhavá.
El segundo [nivel] es un amor que toda persona puede lograr cuando medite seriamente, [de modo que su eco resuene] en la profundidad de su corazón, acerca de cosas que despiertan el amor a Di-s en el corazón de todo judío. Ya sea [que medite] de un modo general — cómo El es nuestra vida misma; y tal como uno ama su alma y su vida, así amará a Di-s cuando medite y reflexione en su corazón en que Di-s es su verdadera alma y real vida, como comenta el Zohar sobre el versículo "[Tú eres] mi alma, yo te deseo"; o [que medite] de un modo particular, cuando entienda y comprenda en detalle la grandeza del Rey de reyes, el Santo, bendito sea, hasta el grado que su intelecto puede captar, e incluso más allá. Luego, [siguiendo a esta meditación "de un modo particular",] meditará acerca del inmenso y prodigioso amor de Di-s por nosotros, [un amor que Lo llevó a] descender [incluso] a Egipto, la "obscenidad de la tierra", para extraer nuestras almas del "crisol de hierro" [al que el pueblo judío había descendido], que es la sitrá ajará (que el Misericordioso nos libre), para acercarnos a El y ligarnos a Su real Nombre —y El y Su Nombre son uno—; es decir, El nos elevó de la más abyecta degradación e impureza a la cumbre de la santidad y a Su infinita e ilimitada grandeza. Entonces, [cuando uno ha meditado en detalle acerca de la grandeza de Di-s y Su colosal amor por el pueblo judío,] "como el agua, [refleja] el rostro al rostro [así lo hace el corazón del hombre con el hombre]", se despertará el amor en el corazón de cada uno que contemple y medite en este tema en la profundidad de su corazón, para amar a Di-s con un amor intenso y para ligarse a El, con corazón y alma, como será explicado en detalle en su sitio.