Pues la fuente de la fuerza vital es "el aliento de la boca" del Santo, bendito sea; éste se inviste en las Diez Aserciones de la Torá. Y el "aliento de Su boca" podría haberse expandido sin fin ni límite, y creado mundos infinitos en su cantidad y calidad, y dado [a ellos] vida para siempre, y este mundo [corpóreo, cuyos seres, todos, son limitados y finitos,] no habría sido creado en absoluto. (Pues tal como el Santo, bendito sea, es llamado "Infinito", así son todos Sus atributos y acciones [infinitos], "pues El y Sus atributos son Uno"; esto es, la fuerza vital que emana de Sus atributos —a saber, Bondad y Piedad y Sus demás atributos sagrados— [emana de ellos] a través de la investidura de ellos en el "aliento de Su boca" —[como declara el versículo que la creación resulta del habla de Di-s y el "aliento de su boca" cuando dice:] "pues El habló, y [el mundo] cobró existencia"—. Y [lo que es más, la creación se produjo a través de jésed, como está escrito:] "el mundo es construido mediante jésed", [de modo que la creación tiene lugar] a través de "la palabra de Di-s y el aliento de Su boca" que se transforma en un recipiente y "vestimenta" para este [atributo creativo de] jésed, "como la tortuga, cuya vestimenta es componente integral de su cuerpo").

El Santo, bendito sea, sin embargo, contrajo la luz y la fuerza vital de modo que pueda expandirse de "el aliento de Su boca", y la invistió en la combinación de las letras de las Diez Aserciones, y las combinaciones de sus combinaciones, por medio de sustituciones y transposiciones de las letras mismas y sus valores numéricos y equivalentes. Pues cada sustitución y transposición indica el descenso de la luz y la fuerza vital de grado en grado, de modo que pueda crear y dar vida a criaturas cuya calidad y significancia es inferior a la calidad y significancia de las criaturas creadas con las letras y palabras de las Diez Aserciones mismas, dentro de las cuales está investido el Santo, bendito sea, en Su Gloria y Esencia — que son Sus atributos.

El valor numérico señala la disminución progresiva de la luz y la fuerza vital hasta que de ella queda sólo el nivel final, el que es la suma y número de clases de poderes y grados contenidos en la luz y fuerza vital investidos en una combinación particular de una palabra determinada. (Fue sólo luego de todas estas contracciones y otras como ellas, como lo decretara Su Sabiduría, que la luz y fuerza vital pudo investirse incluso en los inferiores [seres creados], tales como las piedras inanimadas y el polvo. Por ejemplo, el nombre éven/אבן ("piedra") indica que su fuente está en el Nombre [Divino] Ba"n/ב״ן que numéricamente es igual a 52 (נ״ב), con una alef/א agregada a él de otro Nombre, por algún motivo conocido por su Creador. Ahora bien, el nombre ב״ן mismo pertenece a mundos muy superiores, pero a través de numerosas y poderosas contracciones, de grado en grado, descendió de él una fuerza vital tan extremadamente condensada que pudo investirse en una piedra. Y ésta [muy enormemente condensada fuerza vital]es el alma del ser inanimado, la que le da vida y lo trae a la existencia a partir de la nada a cada instante, como se ha explicado previamente. Este es el nivel de "El llena todos los mundos", en oposición al nivel de "El rodea todos los mundos", [donde la fuerza vital no es contraída en proporción a la capacidad espiritual de los seres creados]).

Cada poder y grado [de la fuerza vital] podría crear seres de acuerdo a su propio nivel, incluso ilimitados en cantidad y calidad, dándoles vida por siempre, dado que es el poder de Di-s lo que se propaga y emana del "aliento de Su boca" y no hay restricción [a Su habilidad de crear mundos ilimitados]. Su calidad, sin embargo, no estará en un nivel tan alto como la calidad y el nivel de las criaturas que podrían ser creadas del poder y grado de las letras mismas.