Y esto es lo declarado en Tikuním, Tikún 57: "No hay lugar vacío de El, ni en los [mundos] superiores ni en los inferiores"; y en [la sección del Zohar llamada] Raaiá Mehemná, sobre Parshat Pinjás [leemos]: "El lo aprehende todo y nadie puede aprehenderlo a El... El abarca todos los mundos... y nadie sale de Su dominio; El llena todos los mundos...; El liga y une una clase a su clase, superior con inferior, y no hay proximidad entre los cuatro Elementos salvo a través del Santo, bendito sea, cuando está dentro de ellos". Hasta aquí son sus palabras.

El significado de "nadie puede aprehenderlo a El" es que no hay alguien, [siquiera] entre las "Inteligencias Supremas", que pueda, con su intelecto, captar la Esencia y Ser del Santo, bendito sea; tal como está escrito en Tikuním: "[El está] oculto a todos los [mundos espirituales, quienes, ellos mismos, están] ocultos [a las criaturas físicas], y ningún pensamiento puede aprehenderte a Ti en absoluto". Y aun en los mundos inferiores [no hay quien Lo "capte"], pese a que "El llena todos los mundos", [pues esta investidura] no es como [aquella de] el alma del hombre [que se inviste] dentro de su cuerpo, y es aprehendida dentro [de éste] al grado de que [el alma] es afectada e influenciada por los cambios que involucran al cuerpo y su dolor, tales como golpes o frío o el calor del fuego, y similares. El Santo, bendito sea, sin embargo, no es afectado por ninguno de los cambios de este mundo, de verano a invierno y de día a noche, como está escrito: "Aún la oscuridad no oscurece para Ti, y la noche ilumina como el día", pues El no es aprehendido en absoluto dentro de los mundos, pese a que El los llena.