Puesto que la plegaria es una expresión de teshuvá ilaá, "arrepentimiento de nivel superior", deberá ser precedida por teshuvá tataá, "arrepentimiento de nivel inferior". Esto fue lo que los Sabios quisieron significar en la Mishná [al decir]: "La persona no ha de alzarse en plegaria sino en un marco mental de seriedad". Rashi explica que esto significa "sumisión". Este es el estado de teshuvá tataá, en el que la persona despierta compasión Divina, como se puntualizara arriba. El Talmud lo infiere del versículo: "ella estaba amargada de espíritu, [y oró a Di-s]".

Al mismo tiempo, debemos notar [lo que se encuentra en] la Baraita allí: "Nuestros Sabios enseñaron: 'La persona ha de alzarse en plegaria sólo con alegría'". En nuestra generación huérfana, cuando no todos están capacitados para volver sus corazones instantáneamente de un extremo [a otro], la recomendación es que se practique teshuvá tataá con antelación, en Tikún Jatzot, como se señalara arriba. Quienquiera no pueda hacerlo cada noche, que al menos lo haga una vez por semana, antes del Shabat. Como lo saben los iniciados, que el Shabat es del orden de teshuvá ilaá; de hecho, las letras mismas de la palabra Shabat (שבת) forman la palabra tashev (תשב), 'haz retornar', [como en el versículo:] "Tú haces que el hombre retorne". Pues todos los mundos ascienden a su Fuente en Shabat... Las plegarias de Shabat en particular [son un acto de teshuvá ilaá]. Esto bastará al entendedor.

(Ahora podemos comprender el versículo que dice: "Regresa a Mí, pues Yo te he redimido". Puesto que [como en el versículo precedente] "Yo he borrado tus pecados cual [se disipa] una espesa nube", eliminando la sitrá ajará, y "Yo te he redimido" de las fuerzas del mal al despertar la Suprema compasión que sigue a la iniciativa emprendida por el hombre abajo en su teshuvá tataá, como se explicara arriba, por eso, "Regresa a Mí" — con teshuvá ilaá).