En estos términos, también, podemos comprender el significado de [la frase citada antes,] "Rectitud (o caridad) irá (iehaléj) ante El (lefanáv)". La palabra lefanáv (לפניו) comparte su raíz con pnimiut (פנימיות, "interioridad"), y iehaléj, comparte su raíz con holajá ("conducir"). Pues [la tzedaká] conduce al punto más interior del corazón hacia Di-s, y entonces "dispone sus pasos hacia el camino de Di-s" —como está escrito: "Y caminarás por Sus sendas", [y asimismo:] "Iréis tras Di-s, vuestro Señor"— con toda [su] realización de los mandamientos, y con [su] "estudio de la Torá, que es el equivalente a todos ellos". Pues todos ellos ascienden a Di-s por vías de lo interior del corazón [que se revela mediante el servicio de tzedaká, y este ascenso es] más intenso y llega mucho más alto que su ascenso a Di-s por medio de lo externo del corazón que [es un ascenso que] nace sólo de la contemplación y la comprensión [de la Divinidad] por parte del hombre, sin una iluminación del "Semblante" [Divino] desde lo Alto, sino en un estado en el que "el Semblante está oculto". Pues el "Semblante" Supremo no ilumina hacia abajo salvo por un estímulo iniciado desde abajo, a través de un acto de caridad, que es llamada "paz". Y éste es el significado del versículo que dice: "El ha redimido mi alma en paz". [El versículo habla] expresamente de "mi alma". Esta es también la razón de que la caridad sea llamada "paz", porque de acuerdo a la enseñanza de nuestros Sabios, [en virtud de la caridad] "se hace la paz entre Israel y su Padre Celestial", a través de la redención de sus almas —que son realmente una parte de Di-s— de las garras de las fuerzas del mal.
Esto es especialmente así en cuanto a la caridad [que se da] para la Tierra de Israel, pues ella es realmente la caridad de Di-s [pues es encaminada a un sitio en el que el Nombre Divino está revelado, una tierra de la cual] está escrito: "Los ojos de Di-s, tu Señor, están constantemente en ella". [En este espíritu también está escrito:] "Y Mis ojos y Mi corazón estarán allí en todo momento". Es ésta [caridad para la Tierra Santa] la que nos ha sostenido para redimir la vida de nuestras almas del consejo de aquellos que buscan repeler nuestros pasos. Y [esta caridad] nos sostendrá por siempre, para disponer nuestras almas en la verdadera vida de la Fuente de Vida, de modo que seremos "iluminados con la luz de vida" que Di-s "hará brillar Su Semblante con nosotros, Sela". Amén, sea así Su Voluntad.