Ahora bien, es sabido que en lo Alto también hay un atributo de guevurá ("rigor") y tzimtzúm ("contracción") que sirve para contraer y ocultar la luz Divina de modo que no se revele a los mundos inferiores. No obstante ello, todo depende del estímulo [producido] desde abajo. Pues si el hombre se conduce con bondad, otorgando vida y jésed... [a través de actos de caridad que sostienen al desafortunado], despierta su equivalente en lo Alto. Pues, como dijeron nuestros Sabios: "Con la vara con que el hombre mide, se lo mide a él". Parecería, sin embargo, que ésta [respuesta Divina] no es de la misma medida, sino [que semejante individuo parecería merecer] sólo que le sea concedida la vida del Mundo Venidero, en correspondencia con su [acto de] conferir vida en este mundo, mas no que se le conceda la vida que proviene de la iluminación de la luz de Di-s propiamente dicha para iluminar y alumbrar su oscuridad en "el servicio del corazón, esto es, la plegaria". Pues esta última es un grado y nivel de "arrepentimiento de nivel superior" (teshuvá ilaá) —como bien se sabe— [y, como tal, es por mucho superior a sus acciones] por cuanto ésta [teshuvá] supera por mucho a toda la vida del Mundo Venidero. Como enseñaron nuestros Sabios: "Mejor una hora de arrepentimiento y buenas obras [en este mundo, que toda la vida del Mundo Venidero]", como se explica en otra parte extensamente, que el Mundo Venidero no es sino apenas un destello y reflejo [de la Divina Presencia].
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