Este mundo inferior, sin embargo, con la fuerza vital que se encuentra dentro de él, es demasiado pequeño para contener y soportar la luz y fuerza vital que emana de la "forma" y "lo interior" de las letras; [es demasiado pequeño] para que irradie y fluya en él sin ninguna vestimenta u ocultamiento como irradia y fluye a las almas y los ángeles. En cambio, la radiación y flujo viene y fluye a este mundo de la "materia", el "cuerpo", la "exterioridad" de las letras. Esto se denomina "aliento", [tal como el "cuerpo", el aspecto exterior de las letras del habla del hombre, deriva del aliento físico,] y se divide en los siete "alientos" de [el segundo versículo de] Eclesiastés, sobre los que el mundo se alza. Esta es "la expresión que surge de la boca de Di-s" que está investida en este mundo y todas sus huestes para animarlos; y en esta [expresión] está investida la "forma" de las letras del habla y el pensamiento [que emanan] de Sus santos atributos, y Su voluntad y sabiduría, etc., que están totalmente unidos al bendito Ein Sof. (Y esto es lo que el AríZal declaró, que los aspectos exteriores de los recipientes de [la sefirá de] maljut de [el Mundo de] Atzilut, a los que se alude con la hei [inferior] del Divino Nombre de Cuatro Letras, descendieron y se convirtieron en alma para el Mundo de Asiá). Así se enuncia asimismo en Tikuním, que la iud está en [el Mundo de] Atzilut..., [la hei superior en el Mundo de Beriá, la vav en el de Ietzirá,] y la hei inferior anida en [el Mundo de] Asiá.