"Cuán abundante es Tu bondad que has ocultado para aquellos que Te temen, [que Tú has forjado para aquellos que confían en Ti frente al hombre]".
Entre aquellos que sirven a Di-s hay dos tipos y niveles distintos, dependiendo de la raíz de sus almas en lo Alto, en los planos de "derecha" (jésed) e "izquierda" (guevurá). [En términos del efecto de la raíz del alma,] esto significa que la "izquierda" está caracterizada por la contracción y el ocultamiento en el servicio Divino de la persona. Por eso, [respecto de esta modalidad de servicio a Di-s] está escrito: "...y caminar discretamente [con el Señor, tu Di-s]"; [y en otro versículo encontramos:] "en lugares secretos llora [mi alma]..."; [y, en las palabras de nuestros Sabios:] "Quienquiera se aboca al estudio de la Torá en secreto...".
De este atributo deriva también el elemento de contracción y limitación en el servicio a Di-s; por ejemplo, aplicando los desembolsos para caridad en base al juicio de los medios a mano, y "Quien da [caridad] desprendidamente, que no dilapide más que un quinto [de sus bienes]". Análogamente en el estudio de la Torá y [el cumplimiento de] los demás mandamientos, semejante persona se siente satisfecha si exime su definida obligación, lo que la Torá le exige explícitamente hacer, como ser fijar ciertos tiempos [para su estudio]. De ello deriva también la enseñanza de nuestros Sabios: "Arroja temor sobre los alumnos...".
La característica de la "derecha", en contraste, es el atributo de jésed y expansión: servir a Di-s con amplitud, sin contracción u ocultamiento alguno —como está escrito: "Y caminaré en amplitud...", sin contracción o limitación cualesquiera—. No hay restricción al espíritu de su generosidad, sea en cuanto a la caridad, al estudio de la Torá, o al resto de los mandamientos. El no se siente satisfecho con meramente saldar su obligación, sino [que continúa] "hasta el punto de jamás [decir] '¡Suficiente!'...".
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