Y a pesar de que también la substancia creada es como la nada ante El —lo que significa que es esencialmente noexistente en relación con la energía y luz que fluyen a él [derivada] de los keilím de las diez sefirot de Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá, dentro de la cual irradia el Kav de la [infinita] luz Ein Sof, tal como un rayo de sol dentro del sol, como se explica en Likutéi Amarím, Segunda Parte—, no obstante, esto es sólo "ante El", Su conocimiento de arriba hacia abajo. Mas [desde la perspectiva terrenal (dáat tajtón) de los seres creados], con un conocimiento de abajo hacia arriba, el iesh creado es una cosa totalmente separada en este conocimiento y captación desde abajo. Porque la fuerza que [lo crea y continuamente] fluye en él no es entendida [por el ser creado] en absoluto. Además, no hay aproximación [comparativa] alguna de uno al otro, ni se asemeja la relación entre ellos parcial o mínimamente a la aproximación entre el efecto (alúl) y su causa (ilá). Porque el alúl conoce y tiene cierta captación de su ilá, y se anula a ella a través de su conocimiento y captación.

Incluso en cuanto a su intrínseca naturaleza y esencia, no hay una diferencia tan grande [entre una ilá y su alúl], salvo que uno es causa y el otro efecto; sin embargo, [esta diferencia] no se asemeja parcial ni mínimamente a la que existe entre la esencia de una substancia creada y la esencia de la energía y luz que fluye dentro de ella para crearla de áin a iesh. Es por eso que [la creación] es llamada precisamente iesh meáin, "algo a partir de la nada".

Ahora bien, los keilím de las diez sefirot de Beriá, Ietzirá y Asiá, y también los orot, néfesh y rúaj, son la primera etapa y el comienzo de la substancialidad creada (iesh).

[Los keilím] fueron creados de la categoría de neshamá de las diez sefirot de Beriá, Ietzirá y Asiá, siendo ésta, Divinidad. Y estos [orot] son los treinta keilím de [la sefirá de] maljut [del Mundo] de Atzilut.

Así es también en Atzilut; [el iesh emanado deriva del aspecto exterior de sus keilím]. Del jitzoniút ("aspecto exterior") de los keilím de las diez sefirot de Atzilut —que son Divinidad— fueron creados los heijalot (las "Cámaras Celestiales") de Atzilut, en los que se inviste el aspecto de igulím de las diez sefirot, y también los cuerpos de los ángeles de Atzilut, que son una forma de iesh, como está escrito: "Y a Sus ángeles El asigna deficiencia" porque, creados de un modo de iesh de áin, no están totalmente en un estado de anulación como lo está el alúl respecto de su ilá.