Es bien sabido que en respuesta a la iniciativa desde abajo —cuando el hombre despierta en su corazón el atributo de bondad y compasión por todos aquellos necesitados de compasión—, se produce un estímulo desde lo Alto que despierta gran compasión sobre él de la Fuente de Compasión, la que le concede los frutos [de sus acciones] en este mundo, mientras lo principal [perdura intacto] para el Mundo por Venir. Esto significa que "los frutos" se refiere al flujo de benevolencia conferido por la Fuente de Compasión y la Fuente de Vida, bendito sea El. Este emana hasta lo más bajo, siguiendo el modelo de la evolución de los mundos de arriba hacia abajo, etcétera, hasta investirse en este mundo físico, en hijos, vida y sustento, y similares. Lo "principal" se relaciona con el versículo "Tu mandamiento (mitzvatjá) es muy amplio".
Ahora bien, [el versículo] debería haber dicho "Tus mandamientos" (mitzvotéja), en plural. (El término "amplio" tampoco es comprensible).
Sin embargo, "Tu mandamiento" [en singular] precisamente, alude a la mitzvá de tzedaká, que es verdaderamente la mitzvá de Di-s, la que el Santo Mismo, bendito sea, en toda Su majestad, realiza todo el tiempo al animar los mundos, y así hará en el futuro con suma magnitud e intensidad. Análogamente está escrito: "Y ellos observarán el sendero de Di-s, para hacer tzedaká...", metafóricamente hablando, como un camino por el cual se viaja de una ciudad a otra; así, también, la caridad es una manifestación y radiación de la [infinita] luz Ein Sof que abarca todos los mundos, la que irradiará y se volverá manifiesta en el futuro —en la era de la Resurrección de los Difuntos— incluso en este mundo —en respuesta al estímulo [iniciado por los mortales] de abajo, expresado en la caridad y bondad gratuita— con una magnitud y fuerza que exceden infinitamente al grado de manifestación de la radiación en los niveles Inferiores y Superiores del Gan Edén.
[La prueba de ello es la siguiente:] Porque las almas de todos los tzadikím, y de los tanaím [anteriores a ellos], y de los Profetas [que son de épocas anteriores a la de los tanaím], que ahora están en el Gan Edén Superior, en la cima de todos los niveles, se investirán en sus cuerpos en el tiempo venidero, y se levantarán en el momento de la Resurrección, para derivar placer del resplandor de la Shejiná. Porque la manifestación y la radiación en Gan Edén son del nivel denominado Memalé Kol Almín.
Esta es una progresión de una escala a otra por medio de inmensas contracciones. Como lo enseñaron nuestros Sabios: "El Mundo Venidero [—que aquí significa Gan Edén—] fue creado con la letra iud". Esta denota el nivel de Jojmá Suprema —[la primera de las diez sefirot del Mundo de Atzilut], denominada "Edén Superior"— que evoluciona y se inviste en todos los mundos, como está escrito: "Tú los has hecho a todos con jojmá", y [asimismo:] "Y la jojmá anima...".
En [el nivel de] Gan Edén [esta fuerza vital] es manifiestamente captable para cada uno conforme su medida. Porque, como es sabido, el deleite de las almas en Gan Edén deriva de la captación de los secretos de la Torá a cuyas dimensiones reveladas estuvieron abocadas en este mundo, como figura en el sagrado Zohar, Parshat Shlaj, y en la Guemará, en referencia al incidente que involucra a Rabá, el hijo de Najmení.
La radiación de luz en el tiempo de la Resurrección, sin embargo, será del nivel de Sovev Kol Almín, el que no está en un estado de contracción, medida y límite, sino que es ilimitado y sin fin. El concepto de Sovev Kol Almín (lit.: "que rodea todos los Mundos"), como ya ha sido explicado en Likutéi Amarím, Cap. 48, no debe entenderse literalmente, similar a una esfera, Di-s libre. Más bien, que no está investido, [lo que implicaría adaptación, dentro del mundo]; observése allí cuidadosamente.