Una canción, un Salmo por Asaf: Dios, no guardes silencio; no Te estés callado ni quedo, Dios. Pues Tus enemigos braman, quienes Te odian han alzado su cabeza. Traman en secreto contra Tu nación, y conspiran contra los por Ti protegidos. Dicen: "Venid, cercenémoslos de ser nación, y el nombre de Israel no se recordará más". Pues ellos complotan con corazón unánime, pactaron en contra de Ti las tiendas de Edóm y los Ishmaelitas, Moav y los Hagritas, Gueval y Amón, y Amalek; Filistea con los habitantes de Tiro. Asiria, también, se les unió, y se volvió la fortaleza de los hijos de Lot, sela. Hazles como a Midián; como a Sisrá y Iavín en el arroyo de Kishón, quienes fueron aniquilados en Ein Dor, y fueron como estiércol para la tierra. Haz a sus nobles como Orev y Zeév, todos sus príncipes como Zévaj y Tzalmuná, quien dijo: "Heredemos para nosotros las moradas de Dios". Mi Dios, ponlos cual como pienso rodando, como paja ante el viento. Como un fuego consume el bosque, y una llama pone las montañas en llamas, persíguelos con Tu tempestad y atérralos con Tu tormenta. Llena sus rostros de vergüenza, y ellos buscarán Tu Nombre, Adonái. Que sean avergonzados y aterrados para siempre; que se humillen y perezcan. Y sabrán que Tú, cuyo Nombre es Adonái, Tú solo, eres Altísimo sobre toda la tierra.
Tehilim Diario
Capítulos 83-87
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Para el Director del Coro, sobre el guitit, un Salmo por los hijos de Kóraj: (Cuán amadas son Tus moradas, Adonái de las Huestes! Mi alma anhela, de hecho languidece, por los patios de Adonái; mi corazón y mi carne [anhelan] cantar al Dios vivo. Hasta el pájaro ha hallado un hogar, y la golondrina un nido para sí, donde coloca sus pichones sobre [las ruinas de] Tus altares, Adonái de las Huestes, mi Rey y mi Dios. Dichosos son aquellos que residen en Tu Casa; ellos aún Te alabarán eternamente. Afortunado es el hombre cuya fortaleza está en Ti; los senderos [al Templo] están en su corazón. Para quienes cruzan el Valle de Espinos, El pone manantiales; su guía se envolverá en bendiciones. Van de fortaleza en fortaleza; aparecerán ante Dios en Tzión. Adonái, Dios de las Huestes, oye mi plegaria; escucha, Dios de Iaacov, para siempre. Mira nuestro escudo, Dios, y observa el rostro de Tu ungido. Pues es mejor un día en Tus patios que mil [en otra parte]. Prefiero encontrarme en el umbral de la casa de mi Dios, que morar [cómodo] en las tiendas de maldad. Pues Adonái, Dios, es sol y escudo; Adonái confiere favor y gloria; El no retiene la bondad de quienes marchan en inocencia. (Adonái de las Huestes! Dichoso el hombre que confía en Ti.
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Para el Director del Coro, un Salmo por los hijos de Kóraj: Adonái, favoreciste Tu tierra; regresaste a los cautivos de Iaacov. Perdonaste la iniquidad de Tu pueblo y cubriste todos sus pecados para siempre. Retiraste toda Tu furia, y retrocediste de Tu fiero enojo. Regrésanos, Dios de nuestra salvación, y anula Tu enfado con nosotros. )Estarás enojado con nosotros para siempre? )Extenderás Tú ira sobre todas las generaciones? )No es cierto que nos revivirás nuevamente, y Tu pueblo se alegrará en Ti? Muéstranos, Adonái, Tu bondad, y concédenos Tu salvación. Oigo lo que el Omnipotente Adonái dirá; pues El habla paz con Su nación y con Sus piadosos, y ellos no regresarán a la insensatez. En verdad, Su salvación está cerca de quienes Le temen, que [Su] gloria morará en la tierra. Bondad y verdad se han encontrado; rectitud y paz se han besado. La verdad brotará de la tierra, y la rectitud brilla desde el cielo. Adonái, también, conferirá bondad, y nuestra tierra rendirá su producto. La rectitud marchará ante él, y él pondrá sus pasos en [su] camino.
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Una plegaria de David: Vuelve Tu oído, Adonái, respóndeme, porque pobre y menesteroso soy. Cuida mi alma, porque piadoso soy; Tú, Dios mío, salva a Tu servidor que confía en Ti. Muéstrame Tu gracia, Adonái, porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu servidor, porque a Ti, Adonái, elevo mi alma. Porque Tú, Adonái, eres bueno y perdonador, de abundante bondad para con todos los que Te llaman. Adonái, escucha mi plegaria y presta atención a la voz de mis súplicas. En el día de mi aflicción clamo por Ti, pues Tú me responderás. No hay como Tú entre los seres excelsos, Adonái, ni actos como los Tuyos. Todas las naciones que Tú has hecho vendrán y se prosternarán ante Ti, Adonái, y honrarán Tu Nombre. Porque Tú eres grande y obras maravillas; Tú solo, mi Señor. Adonái, enséñame Tu camino para que yo pueda andar en Tu verdad; armoniza mi corazón para temer a Tu Nombre. Te alabaré Adonái, Dios mío, todo mi corazón, y honraré Tu Nombre siempre. Pues Tu Bondad conmigo ha sido grande; Tú has liberado mi alma de la profundidad del sheól. Dios, hombres maliciosos se han alzado en contra de mí; una pandilla de hombres crueles han procurado mi alma; no Te tiene presente. Mas Tú, Adonái, eres un Dios compasivo y graciable, lento para la ira y de inmensa bondad y verdad. Vuélvete a mí y sé gracioso conmigo, concede Tu fortaleza a Tu servidor y salva al hijo de Tu criada. Muéstrame una señal de benevolencia, para que mis enemigos vean y se avergüencen, por cuanto Tú, Adonái, me has ayudado y me has consolado.
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Por los hijos de Kóraj, un Salmo, una canción cuyo tema básico es las sagradas montañas [de Tzión y Jerusalén]: Adonái ama los portales de Tzión más que todas las moradas de Iaacov. Gloriosas cosas se hablan de ti, ciudad eterna de Dios. Haré recordar a Ráhav y a Babilonia acerca de Mis amados; a Filistea y a Tiro, así como a Etiopía: "Este nació allí". Y a Tzión le será dicho: "Esta persona y Aquella nacieron allí"; y El, el Altísimo, la establecerá. Contará Adonái en el registro de los pueblos: "Este nació allí", sela. Cantantes así como bailarines [entonarán Tu alabanza y dirán:] "Todos mis pensamientos interiores son sobre Ti".
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