Para el Director del Coro, una canción, un Salmo: ¡Alzad voces en júbilo a Dios, toda la tierra! Cantad la gloria de Su Nombre; haced gloriosa Su alabanza. Decid a Dios: "¡Cuán imponentes son Tus actos!" Por Tu gran fortaleza, Tus enemigos [admitirán] su traición a Ti. Toda la tierra se prosternará a Ti, y Te cantará; ¡cantarán alabanza a Tu Nombre por siempre! Id y ved las obras de Dios, temible en Sus actos hacia la humanidad. El volvió el mar en tierra seca, y ellos cruzaron el río a pie; nos hemos regocijado en El allí. El rige el mundo con Su poder, y Sus ojos observan a las naciones; que los rebeldes no se enaltezcan a sí mismos, sela. Bendecid a nuestro Dios, naciones, y que se haga oír la voz de Su alabanza. El nos mantuvo vivos, y no permitió que nuestros pies vacilaran. Pues nos has sometido a prueba, Dios; nos refinaste como se refina la plata. Nos llevaste a prisión; colocaste una cadena sobre nuestras caderas. Montaste hombres [vulgares] sobre nuestra cabeza; pasamos por fuego y agua, y Tú nos sacaste a la abundancia. Vendré a Tu Casa con holocaustos, pagaré los votos que pronunciaron mis labios y mi boca dijo en mi angustia. Elevaré a Ti holocaustos grasos, con el humo de carneros; ofrendaré ganado con machos cabríos, sela. Venid, escuchad, todos los que temen a Dios, y contaré qué ha hecho El por mi alma. Llamé a El con mi boca, con exaltación bajo mi lengua. De haber visto yo iniquidad en mi corazón, mi Señor no habría escuchado. Pero en verdad, Dios oyó; atendió la voz de mi plegaria. Bendito es Dios, quien no apartó mi plegaria, ni Su bondad de mí.
Tehilim Diario
Capítulos 66-68
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Para el Director del Coro; un canto con música instrumental; un Salmo. Dios tenga gracia con nosotros y nos bendiga, que haga resplandecer Su semblante sobre nosotros para siempre; para que sea conocido Tu camino en la Tierra, Tu salvación entre todas las naciones. Las naciones Te alabarán, Dios, todas las naciones Te alabarán. Las naciones se alegrarán y cantarán jubilosamente, pues Tú juzgarás a los pueblos con justicia y guiarás a las naciones de la tierra para siempre. Los pueblos Te alabarán, Dios, todos los pueblos Te alabarán, pues la tierra habrá rendido su fruto y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá. Dios nos bendecirá; y todos, desde los más remotos rincones de la tierra, Le temerán.
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Para el Director del Coro; por David, un Salmo, una canción: Que Dios Se alce, Sus enemigos sean diseminados, y quienes Lo odian huyen de El. Como es apartado el humo, apártalos; como la cera se derrite ante el fuego, desaparezcan los malvados ante Dios. Y los justos se regocijarán, se alegrarán ante Dios y se deleitarán de júbilo. Cantad a Dios, entonad alabanzas a Su Nombre; exaltad a El que cabalga sobre los cielos con Su Nombre Iah, y regocijaos ante El. Padre de huérfanos y juez de viudas es Dios, en la morada de Su santidad. Dios ubica al solitario en un hogar, y libera a los aprisionados con grilletes; pero los rebeldes [son confinados a] morar en tierra árida. ¡Dios! Cuando saliste ante Tu nación, cuando marchaste por el desierto, sela, la tierra tembló, hasta los cielos gotearon delante de la presencia de Dios; este monte de Sinaí [tembló] ante la presencia de Dios, el Dios de Israel. Vertiste lluvia generosa, Dios; cuando Tu patrimonio estaba cansado, Tú lo sostuviste. Tu rebaño se radicó allí; en Tu bondad, Dios, dispusiste para el pobre. Mi Señor cumplirá la palabra de los heraldos a una gran legión: Reyes de ejércitos huirán, ellos huirán; y ella, que habita el hogar, repartirá botín. Aun si yaces sobre el fogón, [serás como] las alas de una paloma cubiertas con plata, sus extremos con oro brillante. Cuando el Omnipotente disemina reyes en medio de ella, aquellos a la sombra de la oscuridad se harán níveamente blancos. La montaña de Dios es una montaña fértil, la montaña de picos majestuosos es una montaña fértil. ¿Por qué alardean, montañas de picos? Esta es la montaña que Dios ha deseado como Su morada; Adonái incluso morará allí para siempre. Las carrozas de Dios son dos veces diez mil, [con] millares de ángeles; mi Señor está en su medio, en Sinaí, en santidad. Subiste a lo alto y tomaste un cautivo, tomaste regalos para el hombre; y [ahora] hasta rebeldes moran con Dios, Señor. Bendito es mi Señor, Quien cada día nos carga de [de beneficencia], el Dios que es nuestra salvación para siempre. Dios es para nosotros un Dios de salvación; y de Dios, mi Señor, son las muchas avenidas de muerte. Sólo Dios tritura las cabezas de Sus enemigos, la calavera vellosa de quien marcha con sus fechorías. Mi Señor dijo: "Yo devolveré desde Bashán, devolveré desde las profundidades del mar, que su pie pueda pisotear la sangre [del enemigo]; que la lengua de tus perros tenga su porción de tus enemigos". Ellos vieron Tus modos, Dios, las maneras de mi Dios, mi Rey, en la santidad. Los cantores comenzaron, luego los músicos, en medio de las doncellas tocando panderos. En asamblea bendecid a Dios; [bendice a] mi Señor, tú cuya fuente es Israel. Allí Biniamín, el más joven, los rige; los príncipes de Iehudá los apedrean, [como hacen] los príncipes de Zevulún, y los príncipes de Naftalí. Tu Dios ha decretado tu fortaleza. Muestra Tu poderío, Dios, Quien produjo esto en aras de nosotros. [Por la gloria de] Tu Santuario sobre Jerusalén, reyes Te traerán tributo. Reta a la bestia salvaje de los juncos, la asamblea de potentes toros entre las terneras de las naciones, [hasta] que cada uno se someta con pieza de plata. Dispersa a las naciones que desean guerras. Nobles vendrán desde Egipto; Kush apurará [a alzar] sus manos a Dios. Reinos de la tierra, ¡cantad a Dios! ¡Entonad [alabanza] a mi Señor siempre! A Aquel que cabalga sobre el más excelso de los antiguos cielos, mira, El pone Su voz, una voz de poderío. Tributad poder a Dios; Su majestad está sobre Israel, y Su poderío está en el cielo. Dios, temido eres desde Tu Santuario; es el Dios de Israel el que otorga fortaleza y fuerza al pueblo [Suyo]; bendito es Dios.
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Por David, cuando fingió locura ante Avimélej, quien entonces lo expulsó, y él se fue: Bendigo a Adonái en todo momento; Su alabanza está siempre en mi boca. Mi alma se glorifica en Adonái; que los humildes lo oigan y se alegren. Exaltad a Adonái conmigo, y ensalcemos Su Nombre juntos. Busqué a Adonái y El me respondió, y me libró de todos mis temores. Quienes Lo contemplan están radiantes; sus rostros jamás son humillados. Este pobre clamó, y Adonái oyó, y de todas sus tribulaciones lo libró. El ángel de Adonái asienta campamento en torno de quienes Le temen y los salva. Probad y ved que Adonái es bueno; feliz el hombre que confía en El. Temed a Adonái vosotros, Sus sagrados, pues quienes Le temen no carecen de nada. Los leoncillos padecen necesidad y sufren hambre, mas a quienes buscan a Adonái no ha de faltarles bien alguno. Venid, hijos, escuchadme; os enseñaré a temer a Adonái. ¿Quién es el hombre que desea vida, que ama una larga vida en la que vea el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engañosamente. Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y persíguela. Los ojos de Adonái están dirigidos hacia los justos, y Sus oídos [atentos] a su clamor. La ira de Adonái está sobre los que hacen el mal para extirpar su recuerdo de la tierra. Mas cuando ellos [se arrepienten y] claman, Adonái oye, y los salva de todas sus aflicciones. Próximo está Adonái a los de corazón quebrantado, y libera a aquellos de espíritu contrito. Muchas son las aflicciones del justo, pero Adonái lo rescata de todas ellas. Protege todos sus huesos, ninguno de ellos es quebrado. El mal causa la muerte del malvado, y los enemigos del justo están condenados. Salva Adonái el alma de Sus servidores, y todos los que en El se amparan no son condenados.
Por David: Combate, Adonái, a mis adversarios, libra guerra contra mis atacantes. Sujeta escudo y armadura y levántate en mi defensa. Extrae la lanza y el hacha delante de mis perseguidores. Di a mi alma: "Yo soy tu salvación". Sean avergonzados y caigan en desgracia aquellos que procuran mi vida; que retrocedan y sean humillados quienes planean mi mal. Haz que sean como afrecho al viento; y que el ángel de Adonái los aparte. Sea su camino oscuro y resbaladizo, persiguiéndolos. Porque sin motivo me ocultaron en una fosa con su red, sin razón cavaron para matarme. Que la oscuridad venga sobre ellos inesperadamente; que su propia red, que él ocultó, lo atrape. Que caiga en el sheól. Y mi alma se alborozará en Adonái, se alegrará en Su salvación. Declare todo mi ser: ¡Adonái, Quién es como Tú, que salva al pobre del que es más fuerte que él, al pobre y al menesteroso del que iba a robarle! Falsos testigos se alzan; me pregunta lo que yo no sé. Me retribuyen mal por bien, muerte para mi alma. Pero, en cuanto a mí, cuando ellos enfermaban, mi ropa era arpillera y me afligí con ayuno. En cuanto a mí, que mi plegaria regrese a mi propio pecho. Como por un compañero, como por mi propio hermano, procedí; como en luto por una madre, me encorvé desoladamente. Pero cuando vacilé, ellos se alborozaron y se unieron; en mi contra se unieron los cojos — no sé por qué. Ellos se enfurecieron contra mí y no fueron silenciados. Por causa de la lisonja y la burla ofrecida por comida, rechinaron sus dientes contra mí. Mi Señor, ¿cuánto puedes soportar? Haz volver mi vida de la oscuridad de ellos, mi alma de los leoncillos. Te agradeceré en una gran congregación; delante de una poderosa multitud te loaré. Que ellos no se regocijen por mí, mis adversarios, por una causa falsa; o aquellos que me odian infundadamente, que sus ojos no guiñen. Pues no es paz lo que ellos hablan, y contra el pueblo de la tierra subyugado traman falsamente. Ellos abren ampliamente sus bocas en mi contra. Dicen: "¡Ajá! ¡Ajá! ¡Nuestros propios ojos vieron!" Tú viste, Adonái, no calles. Mi Señor, no Te quedes lejos de mí. Recuerda y despierta para mi juicio, Mi Dios, mi Señor, por mi causa. Júzgame conforme Tu integridad, Adonái, mi Dios, y que ellos no se regocijen de mí. Que no digan en sus corazones: "¡Regocíjense nuestras almas!" Que no digan: "¡Lo hemos tragado!" Que sean avergonzados y humillados juntos aquellos que se alegran de mi desgracia; que sean vestidos en bochorno y desprecio quienes se engrandecen por mi causa. Que canten en júbilo y se alegren quienes desean mi rectitud. Que siempre digan: "¡Sea glorificado Adonái! ¡El, que desea la paz de su servidor!" Entonces mi lengua expresará Tu rectitud; todo el día, Tu alabanza.
Para el Director del Coro, para el siervo de Adonái, por David: Las palabras de transgresión del perverso están en mi corazón; no hay temor delante de sus ojos. Pues es resbaladizo el camino delante de él, haciéndole encontrar su iniquidad, para odiarlo. Las palabras de su boca, maldad y falsedad, él dejó de reflexionar para hacer el bien. En su lecho trama el mal. Se yergue en un sendero que no es de bien; no desprecia el mal. Adonái, para los cielos fue Tu benevolencia. Tu fidelidad es hasta las alturas supremas. Tu rectitud es [tan grande] como las poderosas montañas; Tus juicios se extienden al inmenso abismo; Tú salvas al hombre y a la bestia, Adonái. ¡Cuán preciosa es Tu benevolencia, Dios! Los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. Serán saciados con el deleite de Tu Casa y Tú los abrevarás del mar de Tu dicha. Porque contigo está la fuente de la vida; en Tu luz vemos luz. Concede Tu benevolencia sobre los que Te conocen, y Tu rectitud a los rectos de corazón. No me traigas el pie del arrogante, y que la mano de los perversos no me mueva. Allí cayeron los que practican el mal, derrumbados e incapaces de levantarse.
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