ב"ה

Tehilim Diario

Capítulo 119, Versículos 1-96

El Tehilím constituye un diálogo franco entre el hombre mortal y su Padre Celestial.

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Costumbre especial para el mes de Elul y las Altas Fiestas
El Baal Shem Tov instituyó la costumbre de recitar tres capítulos adicionales de Salmos cada día, desde el primero de Elul hasta Iom Kipur (en Iom Kipur se recitan los 36 capítulos restantes, completando así todo el libro de Salmos).
Vea a continuación los capítulos adicionales de hoy.
Versículos 1-96
Un Salmo glorioso, compuesto por David, siguiendo el alfabeto hebreo: 8 versículos para cada letra, y en cada uno [una de las palabras] Senda, Torá, Testimonio, Precepto, Mandamiento, Palabra, Juicio, Rectitud, Estatuto. Lleno de enseñanzas y plegarias, debería recitarse a diario, como poderosa preparación para el servicio a Dios.

(א/ALEF) Dichosos aquellos de camino íntegro, que marchan por la senda de la Torá de Adonái. Bienaventurados quienes guardan Sus testimonios y Lo buscan con corazón entero. No han cometido iniquidad; transitan Sus caminos. Tú has ordenado Tus preceptos para ser observados con diligencia. Mi deseo es que mis sendas sean guiadas para observar Tus estatutos. Entonces no me avergonzaré, al contemplar todos Tus mandamientos. Te daré gracias con la rectitud del corazón, cuando estudio Tus justos juicios. Guardaré Tus estatutos; no me abandones por completo. (ב/BET) ¿Cómo puede mantener puro su sendero un hombre joven? Cuidando Tu palabra. Con todo mi corazón Te he buscado; no permitas que descarríe de Tus mandamientos. He albergado Tu palabra en mi corazón, para no pecar contra Ti. Bendito eres Tú, Adonái; enséñame Tus estatutos. Con mis labios he narrado todos los fallos de Tu boca. En el sendero de Tus testimonios me he regocijado, como con toda riqueza. Hablaré de Tus preceptos, y contemplaré Tus caminos. Me complaceré en Tus estatutos; no olvidaré Tu palabra. (ג/GUIMEL) Trata con benevolencia a Tu servidor, para que yo pueda vivir y guardar Tu palabra. Quita el velo de mis ojos, para que pueda contemplar los portentos de Tu Torá. Forastero soy sobre la tierra; no ocultes Tus mandamientos de mí. Mi alma se consume con el anhelo que continuamente tiene por Tus juicios. Tú has reprendido a los malditos mofadores, aquellos que descarrían de Tus mandamientos. Quita de mí la vergüenza y el desprecio, pues he guardado Tus testimonios. Aun cuando los líderes se han sentado y hablado en mi contra, Tu servidor habla de Tus estatutos. Tus testimonios son también mi deleite; son mis consejeros. (ד/DALET) Mi alma se une al polvo; revíveme conforme Tu palabra. He hablado de mis caminos, y Tú me respondiste; enséñame Tus estatutos. Permíteme entender el camino de Tus preceptos, y hablaré de Tus maravillas. Mi alma se derrite de aflicción; sostenme conforme Tu palabra. Aparta de mí el camino de la falsedad, y confiéreme con gracia Tu Torá. He elegido el sendero de la fe; Tus fallos he puesto ante mí. Me he aferrado a Tus testimonios, Adonái; no me pongas para bochorno. Déjame correr el camino de Tus mandamientos, pues expande mi corazón. (ה/HEI) Enséñame, Adonái, el camino de Tus estatutos, y lo guardaré cabalmente. Concédeme entendimiento y atesoraré Tu Torá; la observaré con todo mi corazón. Guíame por el camino de Tus mandamientos, pues eso deseo. Inclina mi corazón a Tus testimonios, y no a la ganancia injusta. Desvía mis ojos de contemplar vanidad; otórgame vida en Tu camino. Confirma Tu palabra a Tu servidor, la que conduce al temor a Ti. Elimina mi vergüenza, a la que temo, pues Tus juicios son buenos. Por cierto, Tus preceptos he anhelado; otórgame vida en Tu rectitud. (ו/VAV) Y haz que Tu bondad venga a mí, Adonái, y Tus promesas de salvación. A quien me insulta contestaré, pues confío en Tu palabra. No quites por completo la palabra de verdad de mi boca, pues [cumplir] Tus fallos espero. Guardaré Tu Torá continuamente, por siempre, hasta la eternidad. Y caminaré en prosperidad, pues busco Tus preceptos. También hablaré de Tus testimonios ante reyes, y no sentiré vergüenza. Me deleitaré en Tus mandamientos, que amo. También alzaré mis manos a Tus mandamientos, que he amado, y hablaré de Tus estatutos. (ז/ZÁIN) Recuerda la palabra [dada] a Tu servidor, con la que me has brindado esperanza. Este es mi consuelo en mi aflicción, pues Tu palabra me ha revivido. Los mofadores se han burlado de mí ampliamente, mas de Tu Torá no me he apartado. Cuando recuerdo Tus fallos de antaño, Adonái, me consuelo. El horror me ha sobrecogido a causa de los inicuos que abandonan Tu Torá. Tus estatutos han sido mis cánticos en la casa en que moro. Tu Nombre he recordado, Adonái, de noche, y guardaré Tu Torá. (ח/JET) Esta [buena porción] fue mi suerte, porque cuidé Tus preceptos. Adonái es mi porción; prometí observar Tus palabras. Tu semblante procuré con todo mi corazón; apiádate de mí conforme Tu palabra. He meditado acerca de mis caminos, y volví mis pies a Tus testimonios. Me apresuré, sin demorar, a guardar Tus mandamientos. Pandillas de malvados me han robado, yo no he olvidado Tu Torá. En la medianoche me levanto para agradecerte en razón de Tus justos juicios. Compañero soy de todos los que Te temen, y de quienes guardan Tus preceptos. Tu bondad, Adonái, colma la tierra; enséñame Tus estatutos. (ט/TET) Bien has obrado con Tu servidor, Adonái, como Tu promesa. Enséñame buen discernimiento y conocimiento, pues creo en Tus mandamientos. Antes me sentía afligido, erré, pero ahora observo Tu palabra. Tú eres bueno, y haces el bien; enséñame Tus estatutos. Los mofadores me han mancillado con una mentira, mas yo guardaré Tus preceptos con todo mi corazón. El corazón de ellos creció tosco como grasa, mas yo me deleito en Tu Torá. Es bueno para mí que haya sido afligido, a fin de que aprenda Tus estatutos. Prefiero la Torá de Tu boca a miles de [monedas de] oro y plata. (י/IUD) Tus manos me han hecho y modelado; concédeme entendimiento, a fin de que aprenda Tus mandamientos. Quienes Te temen me verán y se regocijarán, porque Tu palabra he esperado. Sé, Adonái, que Tus juicios son justos; correctamente me has castigado. Sea Tu bondad la que me consuela, según Tu promesa a Tu servidor. Haz que vengan a mí Tus misericordias, para que pueda vivir, pues Tu Torá es mi deleite. Que los mofadores se avergüencen, pues falsamente me han difamado con culpabilidad; yo meditaré acerca de Tus preceptos. Que quienes Te temen vuelvan a mí, y aquellos que han conocido Tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en Tus estatutos, para que no sea avergonzado. (כ/JAF) Mi alma desfallece por Tu salvación; ansío Tu promesa. Mis ojos se consumen de anhelo por [el cumplimiento de] Tu promesa, diciendo: "¿Cuándo me reconfortarás?" Aunque llegué a ser como un odre [arrugado] en el humo, no olvidé Tus estatutos. ¿Cuántos son los días de Tu servidor? ¿Cuándo ejecutarás juicio sobre mis perseguidores? Los mofadores han cavado fosas para mí, en contradicción con Tu Torá. Tus mandamientos son todos fidedignos. Con falsedad, ellos me persiguen; ayúdame. Ellos casi me han consumido sobre la tierra, mas yo no abandoné Tus preceptos. Como cuadra a Tu bondad, otórgame vida; yo cuidaré el testimonio de Tu boca. (ל/LAMED) Por siempre, Adonái, Tu palabra se alza en los cielos. Tu fidelidad perdura para todas las generaciones; Tú has establecido la tierra, y ésta se alza firme. Para [cumplir] Tus fallos se alzan hoy, pues todos son Tus servidores. De no ser porque Tu Torá ha sido mi deleite, habría perecido en mi aflicción. Jamás olvidaré Tus preceptos; es por causa de ellos que has mantenido mi vida. Soy Tuyo, sálvame, pues Tus preceptos he procurado. Los inicuos me han acechado para destruirme, mas yo meditaré en Tus testimonios. He visto un fin a cada objetivo; Tu mandamiento, [en cambio,] es enormemente amplio.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Tres capítulos adicionales
El Baal Shem Tov instituyó la costumbre de recitar tres capítulos adicionales de Salmos cada día, desde el primero de Elul hasta Iom Kipur (en Iom Kipur se recitan los 36 capítulos restantes, completando así todo el libro de Salmos).
Los salmos de hoy son 73, 74 y 75.
Capítulo 73
Este Salmo encara la pregunta de por qué sufren los justos y prosperan los malvados, y suplica por el término de nuestra larga diáspora. Léelo, y hallarás solaz para tu alma.

Un Salmo por [el Levita] Asaf: Dios es verdaderamente bueno con Israel, con los puros de corazón. En cuanto a mí, mis pies casi han descarriado; en un instante mis pasos habrían sido arrastrados. Pues envidié a los parrandistas cuando vi la tranquilidad de los malvados. Pues no hay malestar[previo] a su muerte, y su salud es buena. No tienen parte en la faena de los hombres, ni se afligen como otros mortales. Por eso visten arrogancia como una gargantilla; sus cuerpos se envuelven en violencia. Sus ojos afloran por la grasa; superaron las ilusiones de su corazón. Se burlan y hablan perversamente de opresión; de lo alto hablan ellos. Disponen sus bocas contra el Cielo, mientras sus lenguas caminan sobre la tierra. Por eso Su pueblo se vuelve aquí, y bebe de la rebosante [copa] de [envenenadas] aguas. Y dicen: ")Cómo es posible que Dios sepa? )Hay conocimiento en el Altísimo?" Mira, estos son los malvados, siempre tranquilos, han logrado mucha riqueza. Ciertamente, en vano yo he purificado mi corazón, y lavado mis manos en pulcritud; pues me afligí todo el día, y mi reprimenda vino cada mañana. Si hubiera dicho: "Lo contaré tal cual es", he aquí hubiera vuelto rebelde la generación de Tus hijos. Y cuando medité para comprenderlo, fue injusto a mis ojos hasta que llegué a los santuarios de Dios, y percibí su final. Sólo los colocas sobre lugares resbaladizos, los arrojas a la oscuridad. (Cómo se han vuelto desolados en un instante! Tocaron a su fin, fueron consumidos por terrores, como un sueño al despertar, mi Señor, desprecia su imagen en la ciudad. Cuando mi corazón fermentó [amargado], y mi mente se aguzó, fui necio y no comprendí, como un animal fui contigo. No obstante, siempre estuve contigo; Tú sostuviste mi diestra. Oriéntame con Tu consejo, y después, recíbeme con honor. )A quién tengo en el cielo [fuera de Ti]? Y cuando estoy contigo, nada deseo sobre la tierra. Mi carne y mi corazón anhelan; Dios es la roca de mi corazón y mi porción por siempre. Pues he aquí que todos los que están lejos de Ti perecen, Tú cercenas a todos los que descarrían de Ti. Pero en cuanto mí, la proximidad de Dios es mi bien; he puesto mi confianza en mi Señor Dios, que pueda narrar todas Tus obras.

Capítulo 74
El Salmista gime por las sinagogas y casas de estudio incendiadas. Los filisteos, destruyeron Shiló; Nabucodonosor, el Primer Templo. ¡Tanto tiempo en exilio sin señales de redención! Léelo, y hallarás lamento y consuelo.

Un maskíl por [el Levita] Asaf: )Por qué, Dios, nos has abandonado para siempre? )Hecha humo Tu cólera contra las ovejas de Tu pastura? (Recuerda a Tu congregación que adquiriste antaño, la tribu de Tu herencia a la que redimiste [y trajiste a] Monte Tzión, donde hiciste descansar Tu Presencia! Alza Tus pisadas para inflingir ruina eterna, por causa de toda la maldad cometida por el enemigo en el Santuario. Tus enemigos rugieron en medio de Tu lugar de encuentro; consideraron sus augurios como señales [genuinas]. Los ejes en la espesura de árboles fueron considerados como trayendo [una ofrenda] al Supremo. Y ahora, sus adornos en conjunto están destrozados por martillos y hachuelas. Echaron fuego a Tu Santuario; al suelo profanaron la Morada de Tu Nombre. Sus gobernantes se dijeron juntos en sus corazones; quemaron todos los lugares de encuentro de Dios en el país. Nosotros no hemos visto nuestras señales [de Redención]; ya no hay profeta, ni entre nosotros quien sabe hasta cuándo. )Hasta cuándo, Dios, se burlará el opresor, blasfemará el enemigo Tu Nombre siempre? )Por qué retiras Tu mano, incluso Tu diestra? (Sácala de dentro de Tu seno! Pues Dios es mi Rey desde antaño, obrando salvaciones en medio de la tierra. En Tu poderío, Tú dividiste el mar; destrozaste las cabezas de los monstruos marinos sobre las aguas. Aplastaste las cabezas del Leviatán, dejándolo como alimento para la nación [vagando] por el desierto. Tú partiste [la roca, extrayendo] fuente y arroyo; secaste ríos potentes. Tuyo es el día, también la noche es Tuya; Tú dispusiste la luminaria [lunar] y el sol. Fijaste los confines de la tierra; verano e invierno, Tú los creaste. Recuerda esto: cómo el enemigo injurió a Adonái, y la nación vil blasfemó Tu Nombre. No des el alma de Tu paloma [Israel] a la bestia salvaje; nunca olvides la vida de Tus pobres. Mira al pacto, pues los sitios oscuros de la tierra están llenos de guaridas de violencia. No Te vuelvas del sufriente en vergüenza; [entonces] el pobre y el necesitado alabarán Tu Nombre. Alzate, Dios, defiende Tu causa; recuerda Tu bochorno, de los perversos, todo el día. No olvides la voz de Tus adversarios; el tumulto de Tus opositores siempre crece.

Capítulo 75
¡Grande es Israel! En las Festividades, no se da a la frivolidad sino al canto y la alabanza, estudiando sus leyes. Al proclamar "Haremos y escucharemos", afirmaron el mundo. El Salmo también reprocha a quienes disfrutan de los placeres mundanos, considerando su prosperidad fruto de su esfuerzo.

Para el Director del Coro, una súplica para no ser destruido. Un Salmo por [el Levita] Asaf, una canción: Dimos gracias a Ti, Dios, dimos gracias; y Tu Nombre estuvo cerca [cuando] ellos contaron Tus portentos. Cuando yo escojo el tiempo asignado, juzgaré con equidad. Cuando la tierra y todos sus habitantes se derretían, yo establecí sus pilares para siempre. Dije al perverso: "No perviertas [a Israel]", y al malvado: "No levantes tu orgullo". No levanten su orgullo hacia el cielo, ni hablen con cuello arrogante. Pues ni del este o el oeste, ni desde el desierto, viene la grandeza. Pues Dios es Juez; El humilla a uno, y eleva al otro. Pues hay una copa [de castigo] en la mano de Adonái, con vino fuerte colmado de mezcla; El vierte de esto, y todos los malvados de la tierra beberán, sorbiendo hasta sus sedimentos. Pero en cuanto a mí, lo contaré por siempre; cantaré al Dios de Iaacov. Cercenaré toda gloria de los malvados, mas la gloria del justo se elevará.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

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