Canción de las Ascensiones: A Adonái clamé en la angustia y El me ha respondido. Adonái, salva mi alma de los labios de falsedad, de una lengua engañosa. ¿Qué Te dará, y qué aumentará para Ti, una lengua engañosa? [Te asemejas a] flechas filosas de un poderoso, y carbones de [madera de] retama. ¡Ay de mí que me he alojado entre Méshej, que he morado junto a las tiendas de Kedar! Demasiado tiempo ha residido mi alma entre aquellos que odian la paz. Estoy para la paz; mas cuando hablo, ellos están para la guerra.
Tehilim Diario
Capítulos 120-134
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Canción para las Ascensiones: Alzo mis ojos a las montañas — ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda vendrá de Adonái, Hacedor del cielo y la tierra. El no permitirá que resbale tu pie; tu guardián no dormita. En verdad, el Guardián de Israel no dormita ni duerme. Adonái es tu guardián; Adonái es tu sombra protectora a tu diestra. El sol no te dañará de día, ni la luna de noche. Adonái te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Adonái cuidará tu ida y tu venida desde ahora y para siempre.
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Canción de las Ascensiones, por David: Me alegré cuando me dijeron: "Vayamos a la Casa de Adonái". Nuestros pies estaban parados en tus portales, Jerusalén; Jerusalén, la que está edificada cual ciudad en la que [todo Israel] está junto unido. Pues allí subían las tribus, las tribus de Dios — como fue ordenado a Israel— para ofrecer alabanzas al Nombre de Adonái. Pues allí estaban los asientos de justicia, los tronos de la casa de David. Orad por la paz de Jerusalén; gocen la paz aquellos que te aman. Haya paz dentro de tus murallas, serenidad dentro de tus palacios. En aras de mis hermanos y amigos, pido que haya paz dentro de ti. En aras de la Casa de Adonái nuestro Dios, procuro tu bienestar.
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Canción de las Ascensiones: A Ti he alzado mis ojos, Tú que estás entronizado en el cielo. En verdad, como los ojos de los siervos se vuelven hacia la mano de sus amos, como los ojos de una criada hacia la mano de su ama, así están nuestros ojos vueltos hacia Adonái nuestro Dios, hasta que El Se apiade de nosotros. Apiádate de nosotros, Adonái, apiádate de nosotros, porque nos hemos hartado de humillación. Nuestra alma se ha hartado de la burla de los complacientes, del desprecio de los soberbios.
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Canción de las Ascensiones, por David: Si no fuera por Adonái que estuvo con nosotros — diga Israel — si no fuera por Adonái que estuvo con nosotros cuando hombres se levantaron contra nosotros, entonces ellos nos habrían tragado vivos en su ardiente ira contra nosotros. Entonces las aguas nos habrían anegado, el torrente habría arrasado nuestra alma; entonces las furiosas aguas se habrían agitado sobre nuestra alma. Bendito es Adonái que no permitió que seamos presa para sus dientes. Nuestra alma es cual ave que ha escapado de la trampa de los cazadores; la trampa se rompió y nosotros hemos escapado. Nuestra ayuda está en el Nombre de Adonái, Hacedor del cielo y la tierra.
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Canción de las Ascensiones: Quienes confían en Adonái son como el Monte Tzión que jamás vacila; perdura por siempre. Las montañas rodean a Jerusalén, y Adonái rodea a Su pueblo de ahora y para siempre. Pues la vara de la maldad no descansará nunca sobre el destino de los justos; así, los justos no precisan tender su mano a la iniquidad. Adonái, se benévolo con los buenos y con quienes son rectos en sus corazones. En cuanto a los que se vuelven a su perversidad, que Adonái los conduzca con los que obran iniquidad. Sea la paz sobre Israel.
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Canción de las Ascensiones: Cuando Adonái haga retornar a los exiliados de Tzión, seremos como si antes hubiéramos soñado. Entonces se colmará de risas nuestra boca y nuestra lengua de cánticos de alegría; entonces dirán entre las naciones, "Adonái ha hecho grandes cosas por estos". Grandes cosas ha hecho Adonái por nosotros; estuvimos alegres. Adonái, haz retornar a nuestros exiliados cual arroyos a la tierra árida. Aquellos que siembran con lágrimas cosecharán con cánticos de alegría. El va andando y llora, cargando la bolsa de semilla; de seguro que retornará con cánticos de alegría, portando sus gavillas.
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Canción de las Ascensiones, por Shlomó: Si Adonái no edificará una vivienda, sus constructores trabajan en ello en vano. Si Adonái no protegerá una ciudad, inútil es la vigilancia de su sereno. Es en vano para vosotros, quienes os levantáis temprano, permanecéis hasta tarde, y coméis el pan de la aflicción, pues de hecho El brinda sueño a Su amado. En verdad, el patrimonio de Adonái son los hijos; el fruto de la matriz es una recompensa. Como flechas en mano de un hombre poderoso, así son los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que tiene su carcaj lleno de ellos; no se avergonzarán cuando hablen con enemigos en sitios públicos.
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Canción de las Ascensiones: Dichoso es todo el que teme a Adonái, quien marcha en Sus caminos. Cuando comas de la labor de tus manos, feliz serás, y gozarás bondad. Tu mujer será cual viña fructífera en las cámaras interiores de tu hogar; tus hijos cual retoños de oliva en torno a de tu mesa. En efecto, así será bendecido el hombre que teme a Adonái. Bendígate Adonái desde Tzión; que veas la bondad de Jerusalén todos los días de tu vida. Que veas hijos de tus hijos, paz sobre Israel.
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Canción de las Ascensiones: Mucho me ha perseguido ellos desde mi mocedad. Declárelo Israel ahora: "Mucho me han perseguido desde mi mocedad, [pero] no han podido conmigo". El arador ha labrado sobre mi espalda; ellos desearon alargar su surco. Pero Adonái es justo; El cortó las cuerdas de los inicuos. Humillados serán y echados atrás, todos los que odian a Tzión. Serán cual pasto sobre tejados, que se marchita antes de ser arrancado, con el que el segador jamás ha llenado su mano, ni el gavillero su brazo. Y los transeúntes nunca han dicho: "La bendición de Adonái está sobre vosotros; os bendecimos en Nombre de Adonái".
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Canción de las Ascensiones: Desde las profundidades clamo por Ti, Adonái. Adonái, oye mi voz; estén Tus oídos atentos a la voz de mis súplicas. Dios, si Tú preservaras las iniquidades, Adonái ¿quién podría sobrevivir? Contigo está el perdón, empero, para que Tú puedas ser temido. Mi esperanza está puesta en Adonái; mi alma espera, y yo ansío por Su palabra. Mi alma anhela a Adonái más que los [nocturnos] vigilantes [que aguardan] la mañana, aguardan la mañana. Israel, deposita tu esperanza en Adonái, porque con Adonái está la bondad, y con El hay abundante salvación. El redimirá a Israel de todas sus iniquidades.
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Canción de las Ascensiones, por David: Adonái, mi corazón no se enorgulleció, ni mis ojos se alzaron altivos; no procuré cosas más grandes y maravillosas que mí. Ciertamente ubiqué mi alma en paz y la apacigüé como un niño destetado con su madre; mi alma era como un niño destetado. Israel, deposita tu confianza en Adonái, desde ahora y por toda la eternidad.
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Canción de las Ascensiones: Adonái, recuerda para David todo su sufrimiento, cómo juró a Adonái, prometió al Poderoso de Iaacov: "No entraré en la tienda de mi casa; no subiré al lecho que está tendido para mí; no daré sueño a mis ojos, ni sopor a mis párpados hasta haber encontrado un lugar para Adonái, una residencia para el Poderoso de Iaacov". He aquí que lo oímos en Efrat; lo encontramos en el campo del bosque. Vendremos a Sus residencias; nos prosternaremos a Su escabel. Alzate, Adonái, a Tu lugar de descanso, Tú y el Arca de Tu poderío. Que Tus sacerdotes estén investidos de rectitud, y Tus piadosos [levitas] canten con júbilo. En aras de David, Tu servidor, no rechaces [las súplicas de] Tu ungido. Pues Adonái juró a David una verdad de la que nunca Se retractará: "Del fruto de tu matriz pondré para ti sobre el trono. Si tus hijos habrán de cuidar Mi pacto y este testimonio Mío que yo les enseñaré, también sus hijos se sentarán sobre el trono para ti hasta el final del tiempo. Pues Adonái eligió a Tzión; la ha deseado como Su morada. Este es Mi lugar de residencia hasta el fin de los tiempos. Aquí moraré, pues lo he deseado. Bendeciré abundantemente su sustento; satisfaré a sus necesitados con pan. Vestiré a sus sacerdotes con salvación, y sus piadosos entonarán cánticos jubilosos. Allí haré florecer el poder de David; [allí] he preparado una lámpara para Mi ungido. A sus enemigos vestiré con vergüenza, pero sobre él, su corona florecerá".
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Canción de las Ascensiones, por David: Mira, (cuán bueno y agradable es cuando los hermanos moran juntos! Como el precioso aceite [puesto] sobre la cabeza, cayendo [en abundancia] sobre la barba, la barba de Aharón que descansa sobre sus vestidos. Como el rocío del Jermón que desciende sobre las montañas de Tzión, pues allí ordenó Adonái la bendición, vida hasta la eternidad.
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Canción de las Ascensiones. Bendecid a Adonái todos los servidores de Adonái que se paran en la casa de Adonái por las noches. Alzad vuestras manos en santidad y bendecid a Adonái. Que Adonái, hacedor del cielo y de la tierra, te bendiga desde Tzión.
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Un Salmo de Asaf: (Dios! Naciones han venido a Tu dominio, profanaron Tu santo Templo, pusieron en ruinas a Jerusalén. Entregaron los cadáveres de Tus sirvientes como alimento para los pájaros del cielo, la carne de Tus piadosos para las bestias de la tierra. Derramaron su sangre como agua alrededor de Jerusalén, y no hay quien [los] sepulte. Fuimos objeto de vergüenza para nuestros vecinos, ridículo y escarnio a quienes nos rodean. (Hasta cuando, Adonái! )Estarás enojado para siempre? )Tu celo arderá como fuego? Derrama Tu ira sobre las naciones que no Te reconocen, y sobre los reinos que no invocan Tu Nombre, pues devoraron a Iaacov y asolaron su morada. No recuerdes nuestros pecados anteriores; que Tus misericordias vengan rápidamente hacia nosotros, pues hemos caído muy bajo. Ayúdanos, Dios de nuestra salvación, en aras de la gloria de Tu Nombre; sálvanos y perdona nuestros pecados en aras de Tu Nombre. )Por qué han de decir las naciones: "dónde está su Dios"? Sea conocida entre las naciones, antes de nuestros ojos, la vindicación de la sangre derramada de Tus sirvientes. Que el clamor del cautivo llegue ante Ti; conforme a la grandeza de Tu fuerza, libera a los condenados a muerte. Retribuye a nuestros vecinos séptuplemente en su seno, por la injuria con que Te avergonzaron, mi Señor. Y nosotros, Tu pueblo, el rebaño de Tu pastura, Te agradeceremos para siempre; por todas las generaciones narraremos Tu alabanza.
Para el Director del Coro, sobre el shoshaním, un testimonio de Asaf, un Salmo: Oye, Pastor de Israel, quien conduce a Iosef como rebaño; Tú, que Te entronizas sobre los querubines, aparece. Despierta Tu poderío ante Efráim, Biniamín y Menashé, pues está en Ti salvarnos. Regrésanos, Dios; has resplandecer Tu semblante, para que seamos salvados. Adonái, Dios de las Huestes,) hasta cuándo [rechazarás] en furia la plegaria de Tu pueblo? Los alimentaste pan de lágrimas, y les diste lágrimas para beber en gran medida. Nos convertirse en objeto de riña para nuestros vecinos; nuestros enemigos se mofan para sí. Regrésanos, Dios de las Huestes; has resplandecer Tu semblante, para que seamos salvados. Tú sacaste una viña de Egipto; expulsaste naciones y la plantaste. Libraste espacio ante ella; echó raíces y llenó la tierra. Montañas se cubrieron por su sombra, y sus ramas se volvieron cedros vigorosos. Envió sus ramas hasta el mar, y sus tiernas raíces al río. ) Por qué quebraste sus cercas, de modo que cada transeúnte arranque su fruto? Los jabalíes del bosque la desolan, y los trepadores del campo se alimentan de ella. (Dios de las Huestes, por favor, regresa! Observa desde el cielo y mira, y ten en cuenta esta viña, y el fundamento que Tu diestra ha plantado, y al hijo que fortaleciste para Ti. Es incinerado por el fuego, podada; ellos perecen en la reprimenda de Tu Presencia. Esté Tu mano sobre el hombre de Tu diestra, sobre el hijo del hombre que fortaleciste para Ti. Entonces no nos retiraremos de Ti; revívenos, y proclamaremos Tu Nombre. Adonái, Dios de las Huestes, regrésanos; haz que Tu semblante resplandezca para que podamos ser salvados.
Para el Director del Coro, sobre [el instrumento musical] guitít; por Asaf. Cantad jubilosamente a Dios nuestra fortaleza; sonad el shofar al Dios de Iaacov. Elevad vuestra voz en cántico, haced sonar el tambor, el arpa y el laúd. Tocad el shofar en el Novilunio, en el designado día de nuestra Festividad. Porque es un decreto para Israel, un [día de] juicio para el Dios de Iaacov. Lo instituyó como precepto para Iosef cuando salió sobre la tierra de Egipto; idioma que no conocía oí. Yo sustraje de su hombro la carga; sus manos fueron apartadas del caldero. En la angustia llamaste y Yo te liberé; [llamaste] secretamente y Yo te respondí con estruendosos prodigios; te probé junto a las aguas de Merivá. Sela. Oye, pueblo Mío, y te amonestaré; ¡Israel, si sólo Me oyeras! No has de tener un dios ajeno dentro de ti, ni has de prosternarte ante una deidad foránea. Yo soy Adonái tu Dios el que te hizo subir de la tierra de Egipto; abre con amplitud tu boca [indica todos tus deseos,] y los concederé. Pero Mi pueblo no oyó Mi voz; Israel no Me quiso [escuchar]. Así pues los eché a causa del capricho de su corazón, por seguir su [mal] consejo. Si Mi pueblo Me oyera, si Israel en Mis sendas caminara, entonces Yo subyugaría rápidamente a sus enemigos, y volvería Mi mano contra sus opresores; los que odian a Adonái se marchitarían ante El, y su momento [de retribución] será para siempre. Lo alimentaría [a Israel] con lo mejor del trigo, y con miel de la peña te saciaría.
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