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Tehilim Diario

Capítulos 83-87

El Tehilím constituye un diálogo franco entre el hombre mortal y su Padre Celestial.

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Costumbre especial para el mes de Elul y las Altas Fiestas
El Baal Shem Tov instituyó la costumbre de recitar tres capítulos adicionales de Salmos cada día, desde el primero de Elul hasta Iom Kipur (en Iom Kipur se recitan los 36 capítulos restantes, completando así todo el libro de Salmos).
Vea a continuación los capítulos adicionales de hoy.
Capítulo 83
Una plegaria acerca de las guerras contra Israel en los días de Iehoshafat, cuando las naciones complotaron contra Israel.

Una canción, un Salmo por Asaf: Dios, no guardes silencio; no Te estés callado ni quedo, Dios. Pues Tus enemigos braman, quienes Te odian han alzado su cabeza. Traman en secreto contra Tu nación, y conspiran contra los por Ti protegidos. Dicen: "Venid, cercenémoslos de ser nación, y el nombre de Israel no se recordará más". Pues ellos complotan con corazón unánime, pactaron en contra de Ti las tiendas de Edóm y los Ishmaelitas, Moav y los Hagritas, Gueval y Amón, y Amalek; Filistea con los habitantes de Tiro. Asiria, también, se les unió, y se volvió la fortaleza de los hijos de Lot, sela. Hazles como a Midián; como a Sisrá y Iavín en el arroyo de Kishón, quienes fueron aniquilados en Ein Dor, y fueron como estiércol para la tierra. Haz a sus nobles como Orev y Zeév, todos sus príncipes como Zévaj y Tzalmuná, quien dijo: "Heredemos para nosotros las moradas de Dios". Mi Dios, ponlos cual como pienso rodando, como paja ante el viento. Como un fuego consume el bosque, y una llama pone las montañas en llamas, persíguelos con Tu tempestad y atérralos con Tu tormenta. Llena sus rostros de vergüenza, y ellos buscarán Tu Nombre, Adonái. Que sean avergonzados y aterrados para siempre; que se humillen y perezcan. Y sabrán que Tú, cuyo Nombre es Adonái, Tú solo, eres Altísimo sobre toda la tierra.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Capítulo 84
Plegarias y súplicas lamentando con amargura la destrucción del Templo; habla de las bendiciones y promesas para cuando sea restaurado. Dichoso quien confía en que será reconstruido y no desespera por tan largo exilio.

Para el Director del Coro, sobre el guitit, un Salmo por los hijos de Kóraj: (Cuán amadas son Tus moradas, Adonái de las Huestes! Mi alma anhela, de hecho languidece, por los patios de Adonái; mi corazón y mi carne [anhelan] cantar al Dios vivo. Hasta el pájaro ha hallado un hogar, y la golondrina un nido para sí, donde coloca sus pichones sobre [las ruinas de] Tus altares, Adonái de las Huestes, mi Rey y mi Dios. Dichosos son aquellos que residen en Tu Casa; ellos aún Te alabarán eternamente. Afortunado es el hombre cuya fortaleza está en Ti; los senderos [al Templo] están en su corazón. Para quienes cruzan el Valle de Espinos, El pone manantiales; su guía se envolverá en bendiciones. Van de fortaleza en fortaleza; aparecerán ante Dios en Tzión. Adonái, Dios de las Huestes, oye mi plegaria; escucha, Dios de Iaacov, para siempre. Mira nuestro escudo, Dios, y observa el rostro de Tu ungido. Pues es mejor un día en Tus patios que mil [en otra parte]. Prefiero encontrarme en el umbral de la casa de mi Dios, que morar [cómodo] en las tiendas de maldad. Pues Adonái, Dios, es sol y escudo; Adonái confiere favor y gloria; El no retiene la bondad de quienes marchan en inocencia. (Adonái de las Huestes! Dichoso el hombre que confía en Ti.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Capítulo 85
El Salmista se pregunta por qué este exilio es más largo que los demás; lamenta su extensión y amargura, e implora a Dios que cumpla Su promesa de redimirnos. Cada individuo debería recitar este Salmo en su angustia.

Para el Director del Coro, un Salmo por los hijos de Kóraj: Adonái, favoreciste Tu tierra; regresaste a los cautivos de Iaacov. Perdonaste la iniquidad de Tu pueblo y cubriste todos sus pecados para siempre. Retiraste toda Tu furia, y retrocediste de Tu fiero enojo. Regrésanos, Dios de nuestra salvación, y anula Tu enfado con nosotros. )Estarás enojado con nosotros para siempre? )Extenderás Tú ira sobre todas las generaciones? )No es cierto que nos revivirás nuevamente, y Tu pueblo se alegrará en Ti? Muéstranos, Adonái, Tu bondad, y concédenos Tu salvación. Oigo lo que el Omnipotente Adonái dirá; pues El habla paz con Su nación y con Sus piadosos, y ellos no regresarán a la insensatez. En verdad, Su salvación está cerca de quienes Le temen, que [Su] gloria morará en la tierra. Bondad y verdad se han encontrado; rectitud y paz se han besado. La verdad brotará de la tierra, y la rectitud brilla desde el cielo. Adonái, también, conferirá bondad, y nuestra tierra rendirá su producto. La rectitud marchará ante él, y él pondrá sus pasos en [su] camino.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Capítulo 86
Este Salmo incluye varias plegarias acerca de los aprietos de David, y sus enemigos Ajitófel y Doeg. También varias descripciones de las alabanzas de Dios. Todos pueden recitarlo en momentos de tribulación.

Una plegaria de David: Vuelve Tu oído, Adonái, respóndeme, porque pobre y menesteroso soy. Cuida mi alma, porque piadoso soy; Tú, Dios mío, salva a Tu servidor que confía en Ti. Muéstrame Tu gracia, Adonái, porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu servidor, porque a Ti, Adonái, elevo mi alma. Porque Tú, Adonái, eres bueno y perdonador, de abundante bondad para con todos los que Te llaman. Adonái, escucha mi plegaria y presta atención a la voz de mis súplicas. En el día de mi aflicción clamo por Ti, pues Tú me responderás. No hay como Tú entre los seres excelsos, Adonái, ni actos como los Tuyos. Todas las naciones que Tú has hecho vendrán y se prosternarán ante Ti, Adonái, y honrarán Tu Nombre. Porque Tú eres grande y obras maravillas; Tú solo, mi Señor. Adonái, enséñame Tu camino para que yo pueda andar en Tu verdad; armoniza mi corazón para temer a Tu Nombre. Te alabaré Adonái, Dios mío, todo mi corazón, y honraré Tu Nombre siempre. Pues Tu Bondad conmigo ha sido grande; Tú has liberado mi alma de la profundidad del sheól. Dios, hombres maliciosos se han alzado en contra de mí; una pandilla de hombres crueles han procurado mi alma; no Te tiene presente. Mas Tú, Adonái, eres un Dios compasivo y graciable, lento para la ira y de inmensa bondad y verdad. Vuélvete a mí y sé gracioso conmigo, concede Tu fortaleza a Tu servidor y salva al hijo de Tu criada. Muéstrame una señal de benevolencia, para que mis enemigos vean y se avergüencen, por cuanto Tú, Adonái, me has ayudado y me has consolado.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Capítulo 87
Para ser entonado en el Gran Templo, este Salmo alaba la gloria de Jerusalén, productora eruditos, eminencias, y hombres de buenas acciones. También alude al bien de la Era Mesiánica.

Por los hijos de Kóraj, un Salmo, una canción cuyo tema básico es las sagradas montañas [de Tzión y Jerusalén]: Adonái ama los portales de Tzión más que todas las moradas de Iaacov. Gloriosas cosas se hablan de ti, ciudad eterna de Dios. Haré recordar a Ráhav y a Babilonia acerca de Mis amados; a Filistea y a Tiro, así como a Etiopía: "Este nació allí". Y a Tzión le será dicho: "Esta persona y Aquella nacieron allí"; y El, el Altísimo, la establecerá. Contará Adonái en el registro de los pueblos: "Este nació allí", sela. Cantantes así como bailarines [entonarán Tu alabanza y dirán:] "Todos mis pensamientos interiores son sobre Ti".

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

Derechos Reservados.

Tres capítulos adicionales
El Baal Shem Tov instituyó la costumbre de recitar tres capítulos adicionales de Salmos cada día, desde el primero de Elul hasta Iom Kipur (en Iom Kipur se recitan los 36 capítulos restantes, completando así todo el libro de Salmos).
Los salmos de hoy son 49, 50 y 51.
Capítulo 49
Un gran mensaje e inspiración para todos, ricos y pobres, reprochándoles sus pecados que, por hábito, ya no consideran tales. Pero estos lo acusan el Día del Juicio, especialmente a los ricos, quienes se fían de su riqueza y no de Dios.

Para el Director del Coro, por los hijos de Koraj, un Salmo: Oigan esto todas las naciones, presten oídos todos los moradores de la tierra decaída. También los hijos de Adám, también los hijos del hombre, juntos rico y pobre. Mi boca hablará sabiduría y las meditaciones de mi corazón estarán llenas de discernimiento. Inclinaré mi oído a la parábola, explicaré mi enigma con el arpa. ¿Por qué temeré los días del mal? ¡El pecado que pisé me rodea! Aquellos que se fían de sus riquezas y de su gran opulencia se vanaglorian, mas a un hermano él no puede redimir, ni redimirse; ni dar a Dios su rescate. Pues preciosa es la redención de su alma, e inalcanzable por siempre. Entonces, ¿debe vivir para la eternidad, y jamás ver la tumba? Pues él ve que los sabios mueren; juntos el tonto y el insensible perecen y dejan sus fortunas para otros. Entretanto, imaginan que sus casas son para siempre, sus paradas para una generación tras otra generación. Mas en lo que respecte al hombre, en gloria él no reposará; se asemeja a los animales silenciados. Este es su camino — tontos de ellos; de sus destinos sus bocas hablan de forma calmante, sela. Como ganado menor, están destinados al abismo. La muerte los consumirá, los íntegros los dominarán en la aurora, y sus formas corroerán en el abismo, que no será un refugio para ellos. Pero Dios redimirá mi alma de la garra del sepulcro, pues El me tomará por siempre. No temas cuando un hombre enriquece, cuando aumenta el esplendor de su casa. Pues con su muerte nada tomará, su esplendor no descenderá detrás de él; pues a sí mismo él se bendice en su vida; otros te alabarán si te perfeccionas. Llegará a la generación de tus padres, hasta la eternidad ellos no verán luz alguna. El hombre está en la gloria mas no comprende, se asemeja a los animales silenciados.

Capítulo 50
Una serie de valores éticos y morales, reprochando a quienes no se arrepienten con humildad y modestia. También a los que no practican lo que estudian y sólo simulan devoción. Pecan, y hacen pecar a otros.

Un Salmo de Asaf: El Todopoderoso, Dios, Adonái, habló convocando a la tierra, desde el levante del sol hasta el poniente. De Tzión, belleza consumada, Dios Se apareció. Que nuestro Dios venga y guarde silencio. Un fuego consumidor delante de El, a Su alrededor mucha turbulencia. El convocará a los cielos encima de la tierra, para que El vengue a Su pueblo. Júntense a Mí, Mis devotos, que confirman Mi alianza mediante el sacrificio. ¡Y los cielos proclamarán Su rectitud, pues Dios es por siempre el Juez! Presta atención, pueblo Mío, y Yo hablaré, Israel, y prestaré testimonio contra Ti. Dios, tu Dios, soy Yo. No te censuraré por tus sacrificios, ni son tus Holocaustos Mi constante preocupación. No tomo de tu casa ni un buey, ni de tus cercados cualquier cabra, pues Mía es cualquier bestia del bosque, los behemot de millares de montañas. Yo conozco todos los pájaros de las montañas, y quien rastrea Mis campos esta Conmigo. Si estuviera hambriento no te lo contaría, pues Mío es el mundo y su abundancia. ¿Preciso comer la carne de los toros? ¿O la sangre de las cabras preciso beber? Ofrece a Dios gratitud — entonces redime a Dios tus votos. Implórame en el día de la aflicción; Yo te liberaré y tú Me honrarás. Mas, al perverso, Dios dice: "¿Con qué propósito cuentas tú Mis decretos, alzando Mi alianza sobre tus labios?" Pues tú odias la disciplina y arrojaste hacia atrás Mis palabras. Si viste un ladrón, lo aprobaste, y con los adúlteros estuvo tu parte. Enviaste tu boca para el mal y tu lengua adheriste a la falsedad. Cuando te sientas, hablas contra tu hermano, contra los hijos de tu madre esparces deshonra. Eso hiciste, y Yo guardé silencio; pensaste que Yo sería como tú. ¡Te censuraré y pondré al descubierto delante de tus ojos. Comprended esto, por favor, vosotros que olvidasteis a Dios, no sea que El os despedace y nadie haya para salvarte. Quien trae ofrenda de gratitud Me honra; entonces, preparando el camino, Yo le mostraré la salvación de Dios. PARA EL MARTES

Capítulo 51
Después de que el Profeta Natán reprochó a David su pecado con Batsheva, éste, a solas, elevó considerables plegarias pidiendo perdón. Todos deben recitar este Salmo por sus transgresiones y faltas.

Para el Director del Coro, un Salmo por David, cuando el profeta Natán vino a él después de que él hubo ido a Batshéva: Agráciame, Dios, conforme Tu benevolecia; de acuerdo a Tu abundante compasión, borra mis transgresiones. Límpiame a fondo de mi iniquidad, y purifícame de mi pecado. Porque reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre frente a mí. Contra Ti solo he pecado, y he hecho aquello que es malo ante Tus ojos; [perdóname] a fin de que estés justificado en Tu veredicto y vindicado en Tu juicio. Lo cierto es que fui engendrado en pecado, y en pecado me concibió mi madre. Lo cierto es que tú deseas la verdad en lo más íntimo; enséñame la sabiduría de lo recóndito. Púrgame con hisopo y seré puro; lávame y seré más blanco que la nieve. Hazme oír [nuevas de] alegría y regocijo; entonces los huesos que Tú has quebrantado se alborozarán. Oculta tu rostro de mis pecados, y borra todas mis transgresiones. Crea en mí un corazón puro, Dios, y renueva dentro de mí un espíritu recto. No me arrojes de Tu presencia, y de Tu Espíritu de Santidad no quites de mí. Restitúyeme el regocijo de Tu salvación, y con espíritu de magnanimidad susténtame. Yo enseñaré a transgresores Tus sendas, y pecadores retornarán a Ti. Sálvame de la culpa de sangre, Dios, Dios de mi salvación; mi lengua cantará Tu justicia. Adonái, abre mis labios, y mi boca dirá Tu alabanza. Pues Tú no deseas que yo traiga ofrendas, ni quieres holocaustos. La ofrenda [propicia] a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y quebranto, Dios, no desdeñas. Concede el bien a Tzión en Tu buena voluntad; reconstruye los muros de Jerusalén. Entonces querrás Tú los sacrificios [ofrendados] con justicia, holocaustos e incinerados por completo; entonces ellos ofrendarán novillos sobre Tu Altar.

Extraído del libro Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.

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