El nombre de la Parshá expresa su contenido. Sin embargo en el caso de esta porción de la Torá aparentemente encontramos una contradicción entre su nombre y lo que ella cuenta.

El relato se ocupa principalmente de tristes acontecimientos como ser; las aguas que inundaron el mundo, el pecado de la generación de la Torre de Babel y su posterior castigo. En cambio su nombre, Noaj significa descanso y tranquilidad (como lo indica el Midrash). ¿Cómo es posible que la Parshá lleve este nombre cuando todo lo que en ella aparece es lo contrario al descanso y tranquilidad? Además el profeta describe a las aguas del Diluvio como Mei Noaj (aguas de Noaj), ¿acaso fueron aguas de tranquilidad y paz? ¡Fueron las que borraron todo vestigio de vida de la faz de la tierra!

Un Mundo Nuevo

El nombre Noaj nos revela el contenido interior que se encuentra detrás de los acontecimientos duros y arduos que se presentan. Ciertamente que el Diluvio fue un suceso contrario al descanso y la calma, pero justamente a través de éste se llegó a un sosiego legítimo.

El Mabul (Diluvio) purificó la tierra y estableció un mundo flamante, incomparable al existente anteriormente. El Midrash relata que cuando Noaj salió de la Teivá (arca), vio un mundo nuevo. Hashem firmó con Noaj un pacto con todas las generaciones de no volver a traer un Diluvio ni alterar el normal funcionamiento de la naturaleza. Es decir que finalmente fueron las aguas del Diluvio aguas de paz.

Volviendo a la Rutina

En realidad ésta es la razón profunda y el objetivo de todos los obstáculos y pruebas que la persona debe afrontar en su vida. A pesar de que supuestamente ellos son negativos y declinables ya que nos perturban en el servicio a Di-s, esconden dentro de ellos una intención positiva, ya que gracias a que el individuo los supera, logra liberar las chispas de Divinidad encerradas en ellos (como se explica en la mística judía, que en cada elemento existente, incluso en los negativos, hay una chispa Divina que le da vida), hasta tornarlos en bien y santidad, favoreciéndolo en su servicio a Di-s.

Existe una estrecha relación entre estos conceptos y los días en los que se lee Parshat Noaj. Ahora dejamos la época de las festividades de Tishrei y retornamos a la rutina. Cuando el iehudí sale de un mes pleno de festividades y santidad y penetra en los grises días de la semana, puede verse intimidado por las abundantes aguas que quieren inundarlo, es decir, verse arrastrado por el diluvio de las preocupaciones por el sustento y los temas mundanos...

Lo Positivo de las Preocupaciones

Entonces llega Parshat Noaj y lo reconforta: "No temas ni te asustes de las abundantes aguas". Tú puedes transformar las aguas del Diluvio en Mei Noaj ,aguas de armonía, ¿Cómo? : "Entra en la Teivá", fue la órden de Di-s a Noaj. Rabí Israel Baal Shem Tov explica que se refiere también al término palabra. Es decir: ingresa a las palabras de la Torá y la Tefilá, y apégate a ellas.

De esta forma no sólo te salvarás de las aguas del Diluvio, sino que ellas mismas se convertirán en Mei Noaj (aguas plácidas). Los desvelos del sustento y las preocupaciones terrenales te motivarán a elevarte espiritualmente si sabes enfrentarlas correctamente. No debemos asustarnos ante su presencia sino afrontarlos con emuná (fe) y apego a Di-s, hasta llegar a ver el bien que se encuentra dentro de ellos.

(Likutei Sijot, tomo 20, pag. 285)