La Parshá Toldot relata sobre el nacimiento y la vida de Iaakov y Eisav. Sobre el versículo "y se pelearon los hijos en su interior" 1 dicen nuestros Sabios Z"L, que ya en las entrañas de su madre se revelaron en Iaakov y Eisav tendencias opuestas: Iaakov se inclinaba hacia la Casa de Estudios (de Torá) mientras que Eisav se inclinaba al templo de la idolatría. A su vez, dicen los Sabios Z"L, que ambos peleaban por la "herencia de los dos mundos"

Surge aquí la pregunta: ¡¿por qué había entre ellos desacuerdos en este último punto, las aspiraciones tan diferentes de cada uno de ellos marcaban una clara división de lo anhelado?! -¿¡La lógica dicta que Iaakov anhelaba el Mundo Venidero ("Olam Habá") mientras que Eisav elegía la vida terrenal de este mundo ("Olam Hazé")!? Del litigio se desprende que Iaakov deseaba también a este mundo y Eisav quería también el Mundo Venidero. Esto llama la atención ¿por qué ha de desear Eisav, el malvado, también el Mundo Venidero? 2

Un Camino Singular

Cuando profundizamos aún más en el tema se hace incomprensible el hecho de que un hijo de Itzjak, el Patriarca, quien estaba apegado al Altísimo con toda su alma, deseaba incluso en el vientre de su madre ¡la idolatría! La pregunta no es sobre su maldad una vez que creció, puesto que al hombre se le concedió la facultad de elegir conducirse de acuerdo a su voluntad; ¿¡pero cómo es posible que estando aún en la entraña de su madre, Eisav muestre una tendencia natural hacia la idolatría?! A la fuerza debemos decir, que esta inclinación por sí misma no implicaba maldad, sino que reflejaba un camino singular de servir a Hashem.

Maimónides 3 explica ampliamente que entre quienes sirven a Di-s hay dos tipos generales de servidores: "el piadoso altamente calificado" y "el que conquista a su instinto". El primero desea sólo el bien, y todo su trabajo espiritual está concentrado en la elevación constante en el campo de lo sagrado. En contraposición a ello, el segundo también desea el mal y su grandeza radica justamente en que conquista a su instinto.

Dos Mundos

Iaakov y Eisav, tal como fueron creados con su respectiva naturaleza, representan a estos dos caminos de servicio a Di-s. La tendencia natural de Iaakov- "el hombre inocente que permanecía en las carpas" era "el piadoso de alto nivel", mientras que la naturaleza de Eisav-"un hombre que sabe cazar", es "el que conquista a su instinto" 4 . El objetivo de la inclinación natural de Eisav a la idolatría era que se imponga sobre ella y conquiste a su instinto.

Por eso ambos pelearon por la "herencia de los dos mundos": tanto Iaakov como Eisav, como estaban formados naturalmente aspiraban a los dos mundos. Sólo que para Iaakov lo principal era el mundo Venidero, al ser un mundo puro y Sagrado, en concordancia con la aspiración "del piadoso de alto calibre". Mientras que Eisav veía la ventaja de Este Mundo ("Olam Hazé"), ya que aquí hay necesidad de conquistar al instinto y superar todos los obstáculos y perturbaciones, lo que concordaba con su trabajo "del que conquista su instinto"

La diferencia entre ellos era sólo cual de los dos Mundos es el principal, pero ambos deseaban en su servicio a Di-s, alcanzar a ambos mundos, este mundo y el Venidero.

Salir al Campo

Nosotros somos todos hijos de Iaakov. Un iehudí debe ser "un hombre inocente que permanece en las carpas"- estudiar Torá con simplicidad, sin intentar distorsionarla e introducir en ella sus deseos personales. Es el principio y la base del servicio a Di-s del judío.

Pero conjuntamente con ello, el judío también debe ser alguien que "sabe cazar"- salir al campo, al mundo, y hacer de los elementos de este mundo "delicadezas" para nuestro Padre Celestial. Y cuando la salida al mundo se lleva a cabo como una continuación al "permanecer en las carpas"- la Torá protege al hombre para que sea exitoso en esta misión.

(Likutei Sijot tomo 20, pag.108)