El testimonio de un notable investigador y la increíble respuesta del Rebe de Lubavitch.

¿Qué pasa durante el embarazo?

Durante el embarazo, el bebé reposa en la placenta de su madre, rodeado de líquido. El no respira. Sus pulmones están colapsados, plegados entre las dos cámaras superiores del corazón aún abierto, así que la sangre circula y hay un tubo que conecta la aorta a la arteria pulmonar…

Durante los diez minutos posteriores al parto, sus pulmones se tienen que expandir, el orificio de su corazón, cerrar, y el tubo sellarse. En realidad, deben desarrollarse sesenta y siete diversas secuencias para que el bebé comience a respirar oxígeno como el resto de las personas. Esto ocurre milagrosa y cotidianamente, y cada uno de nosotros sabe que ningún ser humano pudo haber desarrollado o programado esta secuencia tan maravillosa. Si una empresa tratara de construirlo, ciertamente no funcionaría. En mi profesión, todas las complejas investigaciones científicas realizadas en los últimos cien años demuestran el concepto de "causa y consecuencia", "acción y reacción", y en mi opinión, el de un Creador.

La ciencia y la Torá no se contradicen, sino que – bien interpretadas - se complementan. La ciencia nos enseña que cuando Di-s nos asegura que "Yo he Creado el mundo", "Yo cuidaré de ustedes", "Yo los sanaré" y "Yo proveeré", Él tiene total y absoluta razón.
Teóricamente a nadie le debería faltar alimentación y en los Salmos, el Rey David asegura que "Abres tus manos y resarces las necesidades de los vivientes". Di-s ha provisto. Y exactamente eso afirma la ciencia, pues en el año 1998, por primera vez en la historia de la humanidad se produjo suficiente comida para alimentar a cada ser humano del planeta tierra.
Cuando nace un bebé, ¿saben qué? Él tiene razón. Cuando la ciencia demuestra que un médico sana a un paciente, ¿saben una cosa? Él tiene razón. Di-s ha provisto.

Nunca hubo un Rabino que haya dicho a los científicos "dejen de investigar" o "basta de buscar". Porque toda la naturaleza es el fiel reflejo de la gloria de Di-s. Nuestra misión es ver en la naturaleza la mano de Di-s.

Cuando era joven, trabajé en el programa de la NASA y buscábamos vida en Marte. Gastamos cientos de millones de dólares en estudios y proyectos investigando la posibilidad que hay vida en Marte. En aquellos días le pregunté al Rebe. "¿Es correcto lo que estoy haciendo? ¿Puedo realmente hacer esto? ¿Por qué otras religiones advierten que no se debe investigar? Y la Torá no demuestra que haya vida en Marte". El Rebe me contestó en Idish: "Profesor Greene: usted puede y debe buscar vida en Marte, y si no la encuentra ahí, puede buscar en otro lado, y en otro, y en otro. Porque afirmar contundentemente que Di-s no creó vida en otros planetas es limitar Su capacidad Creadora, y nadie está en condiciones de hacer eso".
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