Janucá no está específicamente mencionada en la Torá, dado que la historia ocurrió después que fuera escrita la Torá. Moisés terminó de escribir la Torá en el año 2488 después de la creación (1273 AEC). Los milagros de Janucá ocurrieron unos mil años después, en los años 3621-3622 (140-139 AEC).
Sin embargo Di-s está por encima de las limitaciones del tiempo, y como tal, incluyó en la Torá alusiones a Janucá.
[En efecto, toda la creación es un producto de la sabiduría de Di-s, que está expresada en la Torá. Es por eso que la Torá es denominada el "Plano de la Creación", y todo evento —menor o mayor —que alguna vez ocurrió u ocurrirá está aludido en la Torá].
- En el original en hebreo, la palabra número 25 de la Torá es "or", luz. Comenzamos a encender las luminarias de Janucá el día 25 del mes de Kislev.
- Cuando los judíos viajaban por el desierto en su camino desde Egipto a la tierra de Israel, el vigésimo quinto lugar en el que acamparon ("descansaron") fue Jashmona. Esto alude a la familia sacerdotal de los Jashmonaim (Jasmoneos) que condujeron a los ejércitos Macabeos en la batalla contra los griegos, y descansaron el veinticinco de Kislev.
- El vigésimo tercer capítulo de Levítico describe las diferentes festividades judías. Inmediatamente después, al comienzo del capítulo 24, encontramos el mandamiento de encender la Menorá en el Templo. Esto es un indicio de una festividad conectada con el encendido de la Menorá.
- El séptimo capítulo de Números describe las ofrendas que los líderes de las tribus trajeron cuando fue dedicado el Tabernáculo. El Capítulo 8 comienza: "El Señor habló a Moisés diciendo: 'Habla a Aaron y dile: 'Cuando enciendas las luminarias, las siete luminarias arrojarán su luz hacia la faz de la Menorá'". Así vemos la conexión entre la dedicación del Templo y el encendido de la Menorá. Tras el final de la guerra de los Macabeos, los judíos limpiaron, repararon y re dedicaron el Templo, y nuevamente encendieron la Menorá.
El Midrash nos dice que mientras todo líder de las tribus trajo una ofrenda, la tribu de Levi no lo hizo. Di-s le dijo a Moisés que dijera a su hermano Aaron —el Sumo Sacerdote, cabeza de los levitas, y ancestro de los Macabeos —que no se preocupara. Los sacrificios sólo durarían mientras los Templos estuvieran en pie, pero las luminarias se encenderían para siempre. Las luces de la Menorá de Janucá que tus descendientes iniciarán, continuarán iluminando las tinieblas aun después de la destrucción del Templo.
¡Que pronto seamos merecedores de ver la construcción del tercer Santo Templo y el encendido ahí de la Menorá!
¡Feliz Janucá!
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