El recitado de la Hagadá comienza con las palabras "este es el pan de la pobreza" 1 . La intención sencilla de estas palabras es que proclamamos que la Matzá es el 'pan de la pobreza' que comieron nuestros antepasados en la tierra de Egipto, y se convoca a todos los pobres a venir a comer, y a todo necesitado a venir y participar del Pesaj. Como cierre concluimos con la esperanza de que "Este año estamos aquí, el año que viene en la tierra de Israel; Este año somos esclavos, el año que viene seremos libres".

Siendo que nuestros Sabios instituyeron que recitemos este párrafo en el comienzo de la Hagadá, esto sugiere que el contenido de la proclama refleja el espíritu y la manera de cómo debe leerse toda la Hagadá. Esto es, a su vez, el camino para llegar a la verdadera salida de Egipto, cuyo sentido es elevarse por encima de las limitaciones de este mundo, lo que incluye también las limitaciones del tiempo, y experimentar concretamente la salida de Egipto.

Salir de Mitzraim Hoy

Las palabras "este es el pan de la pobreza" indican de manera palpable que la salida de Egipto no es sólo un relato de algo ocurrido en el pasado, sino un suceso que toma lugar y se lleva a cabo aquí y ahora. Por eso decimos "este es el pan de la pobreza"- este, las Matzot que están frente a nosotros sobre nuestra mesa, son el "pan de la pobreza" que comieron nuestros padres cuando salieron de Egipto.

En el "lajmá aniá" se alude también al camino de cómo salir de Egipto, es decir, de las limitaciones de lo burdo y material.

Mientras que el hombre se considere a sí mismo una entidad de valor e importancia, no podrá 'salir de Egipto'. Sólo después de que se asuma como 'pobre e indigente', logre su anulación más absoluta, ahí podrá quebrar las limitaciones materiales y alcanzar la verdadera libertad.

Están todos Invitados

Esta toma de conciencia es la preparación para lo que continúa diciendo: "todo el que tenga hambre que venga y coma". Mientras que el hombre se siente como una entidad independiente no está dispuesto a invitar a 'todo el que tenga hambre' y 'todo el que precise', puesto que a veces su persona rechaza a cierta gente, como ser sus enemigos y adversarios.

Sólo después de que uno alcanza al 'pan del pobre', a la verdadera y absoluta anulación, está en condiciones de invitar incluso a sus enemigos, y hacerlo con un 'buen ojo'. Puesto que después de alcanzar este grado de auto- anulación, el otro ya no genera molestia y automáticamente todos están invitados a su mesa.

El Año Entrante

Esta percepción es también la que nos lleva a las palabras de conclusión del párrafo- "el año que viene en la tierra de Israel… el año que viene seremos libres". La esencia de lo que representa la tierra de Israel es el lugar donde mora la santidad, como está dicho2 : "una tierra sobre la que están puestos los ojos de Hashem, tu Di-s". Mientras que el hombre se sienta una entidad independiente, impide que more en él la santidad. Sólo a través de sentir el "pan de la pobreza" llega a "la tierra de Israel"- a la presencia de la Santidad.

Y de ahí también la conclusión: "el año que viene seremos libres". Para que el hombre alcance una verdadera libertad, se requiere de él elevarse por encima de todas las limitaciones de la creación, y el camino para lograr esto es la auto- anulación total.

Cuando el judío se siente como la nada absoluta, ahí puede elevarse por encima de las limitaciones del mundo y unirse con el Infinito de Di-s3, y es entonces cuando logra la verdadera salida de Egipto y una verdadera percepción de la libertad.

(Likutei Sijot tomo 7 pag. 262)