El pueblo judío nace el 15 de Nisán del año 2448 desde la Creación (1313 a.e.c) y una de las primeras cosas que hace como nación, es cantar.
Siete días después de salir de Egipto, los hijos de Israel fueron testigos de la destrucción de sus antiguos amos, cuando el mar se partió para dejarlos pasar y se cerró hundiendo a los egipcios que los perseguían. La Torá relata como, Moisés y el pueblo de Israel, al ver el gran milagro, entonaron un cántico de alabanza a Di-os diciendo:
"Cantaré a Di-os, pues El es grandemente ensalzado, arrojó al mar al caballo y a su jinete. El poder de Di-os fue mi salvación, éste es mi Di-os y Lo glorificaré, el Di-os de mi padre y Lo exaltaré…."
Se conoce esta canción como Shirat Hayam – la canción del mar – que describe los milagros que Di-os hizo a su pueblo, les promete llevarlos a la Tierra Santa, revelar Su presencia en el Beit Hamikdash o Templo en Jerusalén y encargar a Israel de implementar la eterna soberanía del Todopoderoso en todo el mundo. En 44 versos se expresa la relación del pueblo con el Creador y su misión en el mundo, ocupando un lugar de preeminencia en la Torá y en la vida judía.
Nuestros sabios hacen especial hincapié en la autoría de este cántico, aun cuando en la frase que le precede dice que fue entonada por Moisés y los hijos de Israel- Es obvio que Moisés lo es, pero el hecho que se le singularice genera una discusión entre los sabios sobre el papel que éste desempeña y abre la interrogante sobre cómo es posible que tres millones de personas cantaran la misma canción.
El Talmud (Sota 30b) presenta por lo menos tres opiniones diferentes sobre la forma en que Moisés condujo al pueblo en su cántico de alabanza y agradecimiento.
Tres Sabios – Tres Perspectivas
Rabi Akiva opina que fue Moshé el que compuso Shirat Hayam, y el pueblo de Israel respondía a cada verso con el estribillo Ashirá LeHashem – Cantaré a Di-os.
Rabi Eliezer consideraba que los miembros del pueblo repetían cada verso después que era entonado por Moisés.
Rabi Nejemia estimaba que Moisés solo pronunció las palabras de apertura y luego el pueblo de Israel en conjunto la cantó en su totalidad., cada uno de ellos, por si mismo compuso los 44 versos.
¿Cuál es la diferencia entre estas tres versiones y a qué se debe su importancia?
Lo que a simple vista parecieran argumentos técnicos, constituyen una profunda reflexión sobre la verdadera naturaleza del liderazgo y la habilidad de un líder de inspirar un sentido de unidad y propósito en un pueblo fragmentado.
La Obediencia de Todos
Rabi Akiva describe la situación en la que Moshé inspiró a toda una generación a dominar su ego, a trascender sus diferencias, someter su individualidad a la identidad colectiva personificada en su líder. Moshé cantó solo la gratitud a Di-os, su experiencia de redención y su visión futura como el pueblo de Di-os. La gente no tenía ninguna otra cosa que decir individualmente, más que afirmar en forma unánime lo expresado por Moisés.
Seguir al Líder
Rabi Eliezer argumentaba que el fenómeno de dos millones de corazones y cabezas inspirados a seguir una sola visión y un solo líder, no tendría un carácter duradero. Podría resultar magnificente y transformador, electrificante si se quiere, pero duraría muy poco y por lo tanto no sería significativo a largo plazo. Cuántas veces no hemos visto en un concierto o en un mitin, que miles de personas parecen constituir una sola entidad personificada en el líder; puede resultar impresionante, pero es de corta vida. Tarde o temprano, afloran las diferencias intrínsecas y la aparente unidad cesa. Por tanto el modelo sugerido por Rabi Eliezer era diferente, consideraba que Moisés en vez de inspirar sumisión, creaba seguidores. Prefería estudiantes en vez de lealtades. Las personas repetían cada verso que Moshé entonaba, no hacán una afirmación a ciegas sino que la pasaban por el tamiz de su propia comprensión y sentimientos, buscando descubrir las raíces de una declaración idéntica en su propia personalidad y experiencia. Así las mismas palabras tenían dos millones de matices, al ser absorbidas por igual cantidad de mentes y articuladas por tantas bocas.
De este modo Moisés creaba una generación de pupilos y estudiantes, que escucharon su cántico y luego repitieron el mensaje, integrándolo a sus vidas.
Formar Seres Independientes
Rabi Nejemia, aun no quedaba satisfecho; esta clase de liderazgo es significativo mientras el maestro esté presente para enseñar, influenciar y motivar a sus discípulos. Cuando el líder y maestro comunica su pasión y su cántico, lo siguen pero ¿qué ocurre cuando el capitán desaparece, cuando el maestro es silenciado, cuando el director ya no conduce la sinfonía? Cuando ya no hay nada que repetir, ¿acaso todo termina?
"No", responde Rabi Nejemia, si Moshé realmente captura y personifica la esencia de Israel, ellos serán capaces de hallar su canción dentro de ellos mismos sin necesidad de oír el cántico de sus labios antes de cantarlo. Moisés le ensenó a la gente a descubrir la melodía en su propio corazón y mente.
Y para que esto pudiera suceder, como líder pronunció las palabras iniciales de la canción, mostró el propósito, marcó el destino pero después de eso cada uno de los judíos o judías cantaba por sí mismos. Moisés no inspiraba sumisión, ni creaba discípulos, forjaba líderes. Sabía como encender la chispa en cada uno de su pueblo para que pudiera continuar su propia canción.
El nombre Nejemia proviene de la voz Nejamá y de Menajem, que significan consuelo, pues este sabio presentó una profunda idea de consuelo para una generación que no vería ni oiría cantar a Moshé.
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