De entre los doce espías que envió Moshé para espiar la tierra de Canaan, diez pecaron difamando a la tierra. Sólo dos permanecieron piadosos y correctos. Iehoshúa y Calev. Observamos varias diferencias entre Iehoshúa y Calev.

Ante todo Iehoshúa se salvó de la estratagema de los espías en mérito a la plegaria de Moshé, quien pidió por él: "Que Di-s te salve de la propuesta de los espías". En contrapartida a ello, Calev logró esto gracias a su oración personal, "fue ahí a las tumbas de los Patriarcas, para que no sea seducido por sus compañeros a participar de su plan".

La Fortaleza de la Fe

También una vez que regresaron de su misión, se nota la diferencia entre ellos. Cuando Iehoshúa y Calev hablaron ambos al pueblo, los israelitas quisieron "apedrearlos", mientras que cuando sólo Calev se dirigió a ellos, logró callarlos y que lo escucharan- "y calló Calev al pueblo".

También en el contenido de sus mensajes se destaca la diferencia. Cuando Iehoshúa y Calev hablaron en conjunto, intentaron explicar racionalmente que los hijos de Israel no deben temer al pueblo que habita en Canaan. A diferencia de eso, cuando el que habló fue sólo Calev, no se limitó a tratar de convencerlos con argumentos lógicos sino que agregó palabras de fe que van más allá de la razón lógica- "subir hemos de subir, y la heredaremos", y como interpretan estas palabras nuestros Sabios Z"L en el sentido de que "incluso si Moshé nos ordenara subir al cielo"- ¡lograríamos hacerlo!

Diferencia de Tendencia

Todas estas diferencias surgen de la diferencia esencial existente entre Iehoshúa y Calev, Iehoshúa representa el flujo Divino que fluye "de arriba hacia abajo", mientras que Calev simboliza a la santidad a la que el hombre accede por sus propias fuerzas, con el trabajo personal de la elevación "de abajo hacia arriba".

Hay una ventaja cuando el flujo llega desde arriba, ya que es ésta una luz Divina superior y elevada, pero siendo que el mundo inferior aún no se purificó como corresponde, esa luz no puede llegar hasta lo más bajo. Por el otro lado, al elevarse uno de abajo hacia arriba aunque no se alcance un nivel de Divinidad tan elevado, la santidad a la que se accede penetra en la realidad del mundo inferior transformándola.

El Trabajo Personal

Esta es la causa por la cual Iehoshúa no logró convencer al pueblo en rebeldía, puesto que la santidad que representaba no podía llegar al nivel tan bajo del pueblo. Sólo Calev, quien se salvó de los espías en virtud del esfuerzo de su propia oración y cuya Santidad fue alcanzada a través del refinamiento personal, desde abajo – fue él quien logró callar al pueblo y que le presten atención.

Y en realidad, es justamente la purificación por parte del individuo la que despierta los niveles más altos de Santidad, y por eso encontramos en Calev específicamente una fortaleza ilimitada de fe "Subir hemos de Subir y la heredaremos", al punto de estar dispuesto a hacer cosas imposibles ("Subir al cielo").

A ese nivel se accede a través de refinar al mundo e impregnar con la Santidad Divina a todos los lados. Entonces se llega a un nivel donde uno no se ve intimidado por dificultad ni obstáculo alguno, y se prosigue con el trabajo- hacer del mundo entero un lugar propicio para la Torá (una "Tierra de Israel")-, hasta llegar a la materialización de la promesa Divina de "en el futuro se expandirá (la santidad de) la Tierra de Israel a todas las tierras", cuando llegue Mashíaj Tzidkeinu.

(Likutei Sijot tomo 8, Pág. 90)