Pregunta:
Cuando nuestros antepasados salieron de Egipto se contaron 600.000 hombres adultos, sumando los bebes hasta adultos más las mujeres posiblemente superaban los tres millones de personas, en progresión natural de nacimientos posteriores hoy deberíamos ser muchos millones mas de lo que somos, ¿Que ocurrió?
Respuesta:
Excelente pregunta. Hoy seriamos aproximadamente 1.000 millones, sin embargo somos tan solo 13 millones, según la mayoría de los cálculos y censos realizados en el mundo.
Comparando con otros pueblos: los chinos y su cultura tienen casi la misma antigüedad que nuestro pueblo, y son más de 1.000 millones. Los musulmanes tienen 1.500 años de antigüedad y son más de 1.000 millones.
Hay dos razones principales, por las cuales el pueblo judío es demográficamente pequeño. Una es la asimilación y la otra, las persecuciones sistemáticas.
Veamos un poco la historia, desde la destrucción del Primer Templo en adelante. Con el exilio de Persia subsiguiente ya tenemos indicios de que muchos judíos se asimilaron a la cultura persa, y una minoría fue la que decidió volver a Israel. Lo mismo vemos durante la persecución ideológica de los griegos, mencionada en la historia de Janucá, en donde claramente se recuerda que la mayoría de los judíos había adoptado la sumisión al helenismo, y solo un pequeño grupo eligió sublevarse contra los griegos.
Por otro lado tenemos las persecuciones religiosas. En los últimos 2000 años no hubo un siglo en el cual no hay documentada una masacre o persecución organizada contra la comunidad judía (en distintos países). Por ejemplo en el Holocausto se calcula que fueron asesinados 6.000.000 de judíos. Con sus descendientes después de 50 años serian aproximadamente 18.000.000 (teniendo en cuenta que el crecimiento demográfico mundial se triplicó desde 1945 a 2008).
Increíblemente contra toda estadística, el pueblo judío sigue vivo y existiendo (jai vekaiam).
Para hacer un pequeño ejercicio mental, por cada judío vivo hoy en día, hay otros 100 potenciales judíos, que por diferentes razones no están acá, eso nos da un gran sentido de responsabilidad, y nos ayuda a reflexionar, por ejemplo, antes de elegir una pareja, si yo decido casarme fuera de la religión estoy tirando por la borda todo ese esfuerzo que hicieron mis antepasados durante miles de años para mantenerse judíos y mantener su descendencia dentro del pueblo de Israel.
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