Como en muchas áreas de la ley judía, la respuesta es: depende de las circunstancias.

Como regla general, la Torá aboga por tener hijos, y tener tantos como sea posible. Los niños son la mayor fuente de bendición y ¿quién no quiere una bendición más? La Torá nos ordena "ser fructíferos y multiplicarnos" y queremos cumplir al máximo este precepto, y tener tantos hijos como Di-s nos envíe.

Sin embargo, hay ciertas situaciones en que esto puede ser perjudicial para la salud o el bienestar emocional de la mujer y ella necesita descanso físico antes de poder encarar otro embarazo. Por eso tenemos rabinos que tratan con las circunstancias especiales de cada individuo. Y por este motivo es que cada persona debe tener un rabino a quien consultar. Ninguno de nosotros es una copia del otro, y cada una de nuestras situaciones es diferente. Si por alguna causa a una mujer o una pareja le cuesta tener hijos, esto es algo que debe ser discutido con un rabino competente y sensible con quien pueden ser abiertos y directos, y que pueda aconsejarles objetivamente sobre la posición de la Torá, en su situación especifica.

Es importante tener en cuenta que incluso si las circunstancias exigen una consulta rabínica, y éste autoriza el control de la natalidad, no todos los métodos de contracepción están permitidos. El rabino con quien usted consulte sin duda podrá asesorarlo sobre el mejor método.