Pregunta:

¿Están permitidas las cirugías estéticas?

Respuesta:

El tema de la cirugía estética es discutida por varios poskim contemporáneos (autoridades halajicas), quienes plantean varios cuestionamientos sobre este tipo de cirugías.

A pesar de que haremos una breve reseña sobre el tema, la información proporcionada es sólo con fines académicos. Antes de tomar una decisión al respecto, se debe hablar personalmente con un rabino experto en el tema que evaluará la situación según las circunstancias individuales.

Nuestros cuerpos no son bienes personales que podemos tratar como queramos, fueron entregados en préstamo por Di-s por el transcurso de nuestras vidas, a fin de poder cumplir con nuestra misión en el mundo— la misma requiere de un cuerpo físico (un alma sola no puede colocarse Tefilin o encender las velas de Shabat.). Ya que nuestro cuerpo es solamente un préstamo, no tenemos permitido lastimarlo de ningún modo. Por lo que someterse a una cirugía resultaría problemático, ya que estaríamos "hiriendo" el cuerpo.

Por otro lado, la misma Torá nos ordena curarnos, cuidar de nuestro cuerpo y nuestra salud. Por lo tanto, la cirugía que es necesaria para tratar una enfermedad o lesión esta permitida y debe ser realizada. Entonces la pregunta sería, ¿está permitido manipular y "herir" al cuerpo cuando la necesidad es puramente cosmética?

Otra cuestión planteada por los poskim, en lo que se refiere a una cirugía puramente cosmética, es el hecho de que toda cirugía (especialmente las que requieren de anestesia general) presentan un cierto riesgo y existe la posibilidad que surjan complicaciones. Como mencionamos antes, estamos obligados a proteger nuestra salud y evitar riesgos innecesarios.

En 1964, se planteó una pregunta a varios poskim en relación a una mujer que sentía que una cirugía plástica aumentaría sus posibilidades de encontrar un marido adecuado.

El rabino Jacob Breisch (autor del Jelkat Yakov) sostiene que la prohibición de herir o lastimar el cuerpo no se aplica cuando el dolor o sufrimiento ocasionado por la cirugía evitaría otro tipo de dolor todavía mas intenso. Él trajo pruebas de distintos lugares del Talmud en los cuales se menciona que el dolor psicológico asociado con tener características físicas anormales reemplaza el dolor asociado con la cirugía. Por lo tanto, permitió la cirugía estética para aliviar la angustia psicológica. Una explicación similar fue ofrecida por el rabino Moshe Feinstein, el más reconocido posek del siglo pasado (1895-1986), quien explicó que la Torá sólo prohíbe la automutilación cuando es hecha con malicia, o de manera degradante.

El rabino Breisch también abordó los riesgos asociados con la cirugía y dictaminó que, con los adelantos de la medicina, los riesgos han sido minimizados enormemente, y por lo tanto, someterse a una cirugía tal no puede ser considerado un riesgo seguro a la vida.

Sin embargo, el Rabino Eliezer Waldenberg (1916-2006, autor de Tzitz Eliezer) estaba en desacuerdo con estas opiniones y declaro inequívocamente que la cirugía estética está prohibida. En su opinión, la declaración de la Torá "él deberá prever su cura," 1de donde deducimos que uno puede y debe buscar ayuda médica, no se aplica a padecimientos que son puramente cosméticos.

También añade un razonamiento filosófico. Uno debe creer que Di-s, es el más grande artesano, y nos formó de la forma indicada y nosotros no debemos cambiar esta figura, cambiar la figura que Di-s nos dio solo por belleza equivaldría insultar el trabajo divino.

Muchas autoridades halajicas han llegado a un termino medio — dictaminan que la cirugía cosmética está permitida con el fin de quitar una anomalía, si hay una grave necesidad psicológica, o para facilitar un matrimonio feliz o un medio de vida decente; pero queda prohibida si se es hecha solo por belleza o frivolidad.

Otra cuestión planteada es la prohibición del hombre de vestir prendas femeninas2 o realizar actividades cosméticas femeninas (como teñirse el pelo, o depilarse), la cirugía cosmética sería considera una actividad femenina y por ende prohibida para los hombres (solo cuando es por razones estéticas exclusivamente). 3

Al ser una situación muy subjetiva, en la que muchas personas pueden fácilmente engañarse sobre el grado de dolor y la anormalidad de su aspecto, es de suma importancia hablar personalmente con un rabino experto para que haga una evaluación objetiva sobre el grado de necesidad, que varía de acuerdo con cada caso.