Pregunta:

Yo disfruto mucho el contar el Omer, porque lo relaciono al auto-mejoramiento/conocimiento que me trae cada día. Por lo tanto es decepcionante cuando pierdo un día… realmente mucho. Todo el objetivo del ejercicio es limpiarme de mis costras de mal en aquellas facetas, y perder una (o varias) me hace sentir incompleto, como si siguiera cargando media docena de costras. Aparte del hecho de que ya no puedo contar con una bendición.

¿Hay algo específico que pueda hacer para rectificar los días perdidos de la cuenta del Omer? ¿O hay algún otro ejercicio con un efecto similar a la cuenta del Omer?

Respuesta:

Cada día de la cuenta del Omer provee una oportunidad única que ningún otro día puede proveer: Una oportunidad para limpiar otra parte del alma, para estar preparados para la Entrega de la Torá en Shavuot. Contar ese día es una parte importante del proceso de limpieza. Cuando perdemos una oportunidad como esa, buscamos a nuestro alrededor alguna manera de retroceder en el tiempo y corregirlo. Básicamente necesitamos una máquina del tiempo.

Bien, existe una máquina del tiempo, y es llamada “desde ahora haz lo correcto” (alias, teshuvá). No es difícil de manejar. Habiendo expresado remordimiento por el pasado, usted resuelve fuertemente asegurarse que esos errores no vuelvan a ocurrir —y esto mismo llega atrás en el tiempo y cura las omisiones del pasado.

Sin embargo hay una salvedad: “Lo haré mejor de ahora en adelante” no es necesariamente suficiente. Necesitamos encontrar algo sustancial que más o menos garantice que no habrá más desórdenes de ahora en adelante.

Siendo uno de esos individuos olvidadizos y distraídos, encontré durante los años que realmente hay una sola solución para no olvidar nunca el Omer: efectuar el conteo con un minian cada noche. Por lo tanto, lo que sugiero, es que asuma sobre sí el orar con un minian cada noche hasta Shavuot. Esto asegurará que usted no se pierda desde ahora en adelante. Y aparte, usted podrá oír la bendición del conductor de las plegarias, quien tiene en mente a todos cuando dice esa bendición. Resuelva también hacer lo mismo el próximo año, si es posible.

(Cuando tome esta resolución —o cualquier resolución por el estilo —asegúrese de decir que está haciendo eso “sin ninguna promesa”. En hebreo es “bli neder”. Esto es importante, puesto que quebrar una promesa es un problema muy serio en los términos de la Torá).

Si no hay un minian a una distancia razonable, por lo menos debe averiguar a qué hora se reúne el minian más cercano y siempre orar en ese momento. Esta solución es presentada en el Shulján Aruj, Oraj Jaim 90:9: “Uno que está incapacitado de venir a la sinagoga debe procurar orar al mismo tiempo en que ora la congregación”. Rabí Moshé Isserles agrega en su glosa que esto también se aplica a aquellos que viven en un lugar donde no hay minian.

¡Ey! Hasta le puede decir a un amigo “¡Únete!”

Intente esto y permítame desearle la bendición tradicional de “¡Que usted reciba la Torá este año con alegría y en un camino interior!”