Cubrir los espejos

Es tradición cubrir los espejos en el hogar del difunto durante la shiva, desde el momento de la muerte hasta el final de la shiva. El origen de esta costumbre es incierto, pero su práctica es apropiada para el duelo.

Se han dado varias posibles razones para esta costumbre:

  • El judaísmo nos enseña que el hombre es creado a imagen y semejanza de Di-s, y de esa semejanza derivan, su dignidad y su valor. Siguiendo este concepto, con la muerte de una persona se disminuye el reflejo de Di-s en sus criaturas. El reflejo de la imagen divina condensado en el alma del hombre desaparece. Por lo que un espejo que justamente nos devuelve el reflejo de un ser humano no debe ser usado.
  • En el momento de un fallecimiento, el deudo debe concentrar sus pensamientos en su relación con Di-s, y en su finitud de la vida terrenal. Si en lugar de ello, el sigue preocupado en su parte física y en su vanidad (mirándose al espejo, y arreglándose), esta perdiendo totalmente el foco real del momento.
  • El espejo reflejo nuestro físico y nuestras cualidades corporales. Dentro de las prohibiciones de un deudo esta la de contraer relaciones maritales, si bien el judaísmo aprueba y promueve la atracción física y el deseo entre la pareja, en el fallecimiento de un hijo, padre o hermano, las relaciones sexuales deben suspenderse. Es por ello que el espejo debe cubrirse como recordatorio para evitar nuestro deseo físico.
  • Es obvio que una persona que vive en soledad, aislado de la sociedad, no necesita un espejo. El espejo nos ayuda a prepararnos y embellecernos para ser aceptados socialmente. El espíritu de duelo es contrario a la aceptación social, el deudo tiene el sentimiento de soledad y vacío, en el cual la etiqueta y la apariencia física quedan relegadas a un segundo lugar. Al cubrir los espejos simboliza este sentimiento de soledad.
  • La ultima es una razón practica, los rezos diarios son llevados a cabo en la casa del difunto durante la primer semana. Hay una ley que nos prohíbe rezar frente a un espejo que refleje nuestra propia imagen o frente a cualquier imagen. Por lo cual se cubren los espejos para permitir a quienes rezan poder hacerlo en ese ámbito.