A pesar que la festividad del 15 de Av no está mencionada en la Biblia, la Mishná, al final del tratado de Taanit nos cuenta: “Israel no ha tenido festividades más grandes que el 15 de Av y Iom Kipur. En este día, las hijas de Jerusalém salían a los viñedos y danzaban”.
El Talmud pregunta: “Está claro porqué es que Iom Kipur es una gran festividad, ya que es el día en el que Di-s nos perdonó por el pecado del Becerro de Oro y fueron entregadas las Segundas Tablas de la Let. Pero ¿De qué se trata el 15 de Av? El Talmud nos cuenta numerosos eventos alegres ocurridos en este día. (Para ver cuales eran estos eventos vea ¿Por que celebramos Tu B’Av? )
Al examinar estos eventos que ocurrieron el 15 de Av, parece que la pregunta difícilmente se responde. Ninguno de estos eventos, e incluso la combinación de todos, parece justificar el establecimiento de esta festividad, y mucho menos destacarla entre todas. ¿Puede alguno de los eventos del 15 de Av competir con el Éxodo de Egipto por ejemplo, o con la salvación del genocidio conmemorado en Purim?
Quizá una manera de poder entender esta alegría, yace en la forma peculiar en la que la celebramos: chicas en edad de casarse solían reunirse en los campos y viñedos y bailar enfrente a una audiencia de probables pretendientes, con la esperanza de encontrar a su alma gemela. Quizá la Mishná misma alude a esta idea:
Pregunta:
¿Qué es tan destacado del 15 de Av (y Iom Kipur)?
Respuesta:
Que las solteras solían salir a buscar para ellas novios.
Las enseñanzas místicas enseñan que un casamiento no es realmente una unión entre hombre y mujer, es una reunión. El alma es dividida en dos partes; una mitad desciende a este mundo en un cuerpo masculino, y la otra en un cuerpo femenino. El casamiento es la alegre reunión de estas dos mitades. Cada marido y mujer está predestinado para el otro, no solo porque se complementan, sino porque comparten realmente el alma.
Es por eso que de todas las relaciones amorosas, el amor entre el marido y la mujer es el más eléctrico y apasionado. La pasión es el resultado de años de separación, años en el que el alma anhelaba completarse y reunirse con su mitad perdida. Cuando estas dos mitades se encuentran y se vuelven a conectar, el resultado de las emociones es increíblemente intenso.
En un nivel cósmico, el hombre y la mujer son metáforas de Di-s y Su nación. El alma del judío es una “parte de Di-s”, somos esencialmente uno con nuestro Creador, así como el marido y la mujer deriva de la misma esencia.
Y nosotros también pasamos por el proceso de alejamiento y luego reunión; un proceso que intenta elevar el amor y la pasión, traerlos a niveles inimaginables que nunca hubiéramos experimentado si no hubiésemos sido separados antes. La primera vez que nuestra nación fue alejada de Di-s, sucedió poco después de nuestro compromiso en el Monte Sinaí. Semanas más tarde, nos alejamos e idolatramos un Becerro de Oro. La reconciliación y el refuerzo del compromiso y del amor ocurrieron en Iom Kipur, la segunda gran festividad de nuestro calendario
Esto, sin embargo, fue un alejamiento relativamente corto. En Tishá be Av, con la destrucción del Templo Sagrado y el confinamiento a un exilio de dos mil años, nos hemos embarcado a un largo y doloroso alejamiento. ¿La meta? Alcanzar el pináculo de la pasión y llenarlo de gasolina. El resultado de este alejamiento será la boda más grandiosa de todos los tiempos, con la llegada del Mashíaj, que marcará el comienzo de una era conyugal eterna.
Es este último casamiento el que celebramos el 15 de Av. Este día, seis días después de Tishá be Av, simboliza nuestra reunión; la reconciliación que viene después del alejamiento de Tishá be Av.
Es por eso que el Talmud relata diferentes eventos que ocurrieron el 15 de Av, todos compartiendo el mismo concepto; la reunión que viene después de un período de alejamiento.
1) Di-s le habla a Moshé luego de cuarenta años de “vacío”.
2) Se les permitió a las hijas de Tzelofjad casarse y heredar la tierra.
3) La tribu de Biniamín es reunida con sus hermanos, poniendo fin a un cisma doloroso.
4) Las centinelas que preservaban la brecha entre los reinos del Norte y del Sur de Israel fueron removidas.
Un precursor de la última reunión: Luego de la masacre en Betar, en donde parecía que nuestro alejamiento con Di-s era final, Di-s finalmente reveló que la relación esta viva y bien.
Más que la suma de las partes, es el mensaje que estos eventos nos enseñan: el 15 de Av es el día en que celebramos nuestra reunión.
Es por eso que las solteras danzan el 15 de Av y en Iom Kipur. No hay fecha más apropiada para buscar pareja que en estos días. Y de los dos, el 15 de Av es el más alegre, ya que simboliza nuestro último casamiento.
De todas las celebraciones judías, ninguna equivale a la alegría de un casamiento. De todas las festividades judías, ninguna equivale a la alegría del 15 de Av.
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